el cine que devuelve la virginidad para, gozosamente, perderla poco después

1.9.09

hola



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Hola, amantes del erotismo, y del cine sexual.

Ojalá este pequeño rincón aporte algo interesante sobre el género, que no me gusta llamar hardcore pues puede ser también complejo, sutil y delicado sin ser softcore, cine para adultos me gusta algo más pero la mayor parte del cine es para adultos y me suena a eufemismo, porno y Cine X me parecen términos algo despectivos, sino cine sexual, que me suena más natural, ¡tan natural como el sexo!.

Aunque aquí no habrán muchas imágenes, sí aparecerá algún que otro cartel de cine, sobre todo vintage, pues sigo prendado de la edad de oro del género, y de los maravillosos carteles de aquella época.

Y ya para empezar, por la (mala) costumbre de la X, voy a dejar que una imagen de Marylin Monroe hable más que mil palabras, de momento.



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Y para quienes sean más cinéfilos, hay más cine en cineoriginal y en arrebato de cine


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añadido14/2/2015

(Walt Whitman, en Hojas de hierba)




Con el tiempo medio me he arrepentido de titular esto "cinevirginal", pero así entra un poco, en un cajón de sastre, tanto el cine que tiene una chispa erótica, como el cine sexual, como el cine erótico, y también los documentales, o incluso la animación... pero no se me ocurrió otro título. Incluso ahora veo, como Marco Vassi en "El manifiesto metasexual", que más bien lo que llama "Eroticum", se puede dividir en "sexo" y "metasexo", y en ese sentido que le da al "sexo" como la evidente intención de tener descendencia, a veces pienso que la virginidad se pierde, y quizá toda pérdida puede ser una ganancia en algún sentido, al adentrarse en el sexo, en esa trascendencia que supone intentar que la especie continúe, ¡qué serio suena esto, pero qué divertido puede ser, por otra parte! Aunque evidentemente haya habido, y seguirá habiendo mucho metasexo. Este blog no se dedica al sexo, creo que el sexo es divertido porque es serio, y también creo que el metasexo es parte del Eros humano, y puede ser reivindicado con total naturalidad, sin olvidar que estamos aquí porque nuestros antepasados no sólo tuvieron abundante y gozoso metasexo. Si he hecho una defensa que pueda parecer frívola o excesivamente laudatoria de la delicia libidinosa, que se entienda bien que distingo entre estos dos niveles, ambos me parecen dignos de respeto y consideración, pero el sexo es un asunto íntimo, y aquí más bien el espectáculo, o el misterio, queda algo revelado, aunque Eros es inabarcable e infinito. Y como ya dijo la Gertrud de Dreyer, "amor omnia", el amor lo es todo. Quizá el erotismo lo es todo, y de una manera, sublime, compartida, en pareja, o sublime en soledad, sin pareja, o de otras maneras, vulgares o rapaces, el instinto no puede desvanecerse, lo llevamos muy adentro y siempre sale, incluso desde las grietas, a la luz. Y sí, el sexo todo lo contiene, y el erotismo lo es todo. Aquí sólo hay una parte...




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