el cine que devuelve la virginidad para, gozosamente, perderla poco después

25.7.14

sobre el erotismo, el sexo en el cine y el cine de sexo + sexo en el cine, algunos comentarios


Sobre el erotismo, el sexo en el cine y el cine de sexo
_Creo que el erotismo y el sexo más bien interesan a todo el mundo, y a bastantes nos interesa el cine, así que dos más dos son cuatro es natural que el sexo en el cine nos interese, o incluso nos interese el cine de sexo.
_Como no sólo de cine, ni de sexo, ni de pan vive el hombre (aunque a mí que no me quiten ninguna de las tres cosas) hace poco leía "La cámara lúcida" de Roland Barthes, en el que aborda la fotografía (el verdadero séptimo arte por orden de aparición).
_Para Barthes el erotismo no hace del sexo el objeto central, puede no mostrar el sexo, es una especie de sutil más allá de campo, de lo mostrado, y sugiere no tan sólo la desnudez y la excitación sexual sino sobre todo la excelencia absoluta de un ser, alma y cuerpo mezclados, mientras que para Barthes la pornografía representa el sexo como objeto inmóvil, un fetiche que no se sale del marco.
_Sin embargo, aún encontrando maravillosa la concepción del erotismo de Barthes, creo que la pornografía, entendida como manifestación explícita de la sexualidad (sin velos, elipsis, sugerencias...) en sus obras más logradas no sólo muestra la desnudez y actividades sexuales, sino que además de fomentar la excitación sexual o mostrarla, puede revelar también la excelencia de un ser, que díría Barthes. Claro que no digo que sea la norma, pero teniendo en cuenta que el cine sexual tiene su parte de documental, y el cine documental su parte de reflejo de la realidad, que incluso un número significativo de cine sexual se rueda cámara en mano del tirón, sin montaje, sin cortes, con lo que asistimos a la escena no en directo ni en vivo, ni la vivimos, pero la vemos en tiempo real, y sin trucos ni efectismos del montaje, pues en ocasiones efectivamente en el cine sexual mientras tiene lugar la acción (ustedes ya me entienden) a veces florece complicidad, ternura, deseo, pasión o cariño verdadero. Y estas cosas en mi opinión son parte de la excelencia del alma, del ser. Además, en el cine sexual se suele asistir a algo tan revelador de la excelencia del ser como el éxtasis del orgasmo. Aunque es cierto que no siempre se asiste a tanta excelencia del ser al menos de la mitad de las veces podemos estar seguros.
_Es más, aunque Barthes reconocía no sentirse atraído por la pornografía (a poco que uno tenga pelín de imaginación) sí puede haber un más allá de campo pues evidentemente hay intérpretes que nos recuerdan a personas que conocemos, amamos y/o deseamos, y aunque el cine sexual sí hace del sexo su objeto central no por ello es meramente un fetiche, y además de mostrar y excitar puede ser divertido en el sentido de cómico ("Garganta profunda" de Gerard Damiano), me gusta mucho lo de películas erótico-festivas, puede ser sensual ("Zazel", de Philip Mond), refinado y esteticista como el llamado porno-chic ("Barbara Broadcast", de Henry Paris), abordar el drama ("El diablo en la señorita Jones, de Gerard Damiano), tener una vena romática, incluso ser cantarín y musical, pues hay algún que otro título de cine sexual musical, por no hablar de títulos vanguardistas y casi metagenéricos ("Café flesh", de Rinse Dream), y todo sin dejar de ser cine sexual, pero es que no todo el cine sexual se resume en excitar y punto (cosa que tampoco tendría nada de malo).
_Uno se harta de observar reparos y desprecios hacia cualquier manifestación de sexualidad mientras las imágenes de violencias y crímenes nos asaltan en todas partes, ¡pero que no se vean tetas, el vello púbico (eso cuando no se había extendido esta moda prepúber que quizá sea un poco infantilizar a la mujer) o el sexo masculino en su plenitud!.
_Por último, como curiosidad sobre Barthes, añadir que según parece su libro sobre el Japón titulado "El imperio de los signos", fue socarronamente parodiado cuando se tradujo "Ai no corrida",  la obra maestra del japonés Nagisha Oshima como "El imperio de los sentidos". Por cierto, que "Ai no corrida", título que se presta a cachondeo... en realidad se traduce como La corrida del amor, pero en el sentido de festejo taurino del amor.
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-El sexo en el cine y el cine de sexo, por Joan Bassa y Ramón Freixas (Paidós, 2000)
-Cine, erotismo y espectáculo, por Ramón Freixas y Joan Bassa (Paidós, 2005)
-Cine para adultos. 1001 películas para 1001 noches, por Luis Miguel Carmona y Álex Basas (T&B, 2007)
-Películas clave del cine erótico, por Pedro Calleja (Ma non troppo, 2009)
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Sexo en el cine, algunos comentarios

(originalmente publicado, como Sam Ordet en el blog de cine: 



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23/11/08

cine sexual: la flor de la alegría y la semilla de la vida

_Sinceramente, como a la mayoría de los hombres a los que nos atrae el sexo complementario (opuesto no me lo parece) no me molesta en absoluto el desnudo femenino en el cine, pero eso no quita que incluso disfrutando de algunas bellezas femeninas en pantalla haya desnudos bastante gratuitos e innecesarios. Insisto en que es agradable para mí ver un bello pecho y todo lo demás, pero en realidad no aportan nada a la historia y son tan injustificables como esas tomas de una pareja en la intimidad en las que las sábanas (incluso pegadas con cinta adhesiva) tapan los caracteres sexuales, primarios y secundarios, de manera ridícula, como si eso fuera así.

_No creo que se me pueda acusar de libertino ni de mojigato respecto a la sexualidad (aunque en realidad me da igual de lo que se me acuse) pero creo que el desnudo para verle el vello púbico o los pechos o... a la protagonista no es síntoma de liberalización sexual o progresismo sino precisamente de lo contrario, es reaccionario hasta la médula sobre todo cuando al actor principal no se le muestra igualmente desnudo. Se trata de una igualdad ante el desnudo que no suele darse, y que revela para mí una mirada sesgada, hipócrita o intrusiva, cuando no superficial y frívola, o tímida. Es ir más allá de lo natural o quedarse a medio camino de lo natural. Se usa a menudo el sexo y el desnudo como reclamo taquillero pero a la hora de la verdad no se llegará a la franqueza y honestidad de "El imperio de los sentidos". Se aborda el sexo con un tratamiento epidérmico del desnudo femenino, e incluso del masculino, cuando no mercantilista. ¿Cuántas películas sólo tienen un par de desnudos y poco más? ¿Iría alguien a verlas sin esos desnudos? Sinceramente, para ver desnudos y sexo hay medios de sobra, aunque hasta que apareció internet todo era muy distinto, tanto que a los que ya han nacido en la era internet les parecería increíble. El cine, de cualquier manera, es otra cosa, algo muy distinto.

_Hay sectores supuestamente progresistas que colocan desnudos en sus films como pretendidas muestras de lo transgresores que son, pero si a esas películas les quitamos esas escenas las películas no pierden ni una coma, pero un bello desnudo se suele acoger con agrado, y cualquier avispado sabe que el desnudo y el sexo vende.

_Por eso denuncio el uso improcedente de tantos desnudos intrusivos y voyeuristas en vez de naturales. Y también denuncio la mojigatería ridícula en las escenas de cama, esas sábanas, esas posturas, cambios de plano cuando podría verse lo que no se atreven a enseñar, lo que también es manipular al espectador dándole a entender que se va a mostrar la realidad cuando no se va a hacerlo. Defiendo la franqueza del cine sexual en este sentido, que no usa fundidos en negro ni va de progresista, ni es intrusivo y voyeurista sino más bien documental y exhibicionista si se quiere, pero al espectador no se le manipula con el truco de sugerir y no mostrar, o de mostrar y tapar, con el morbo de aparentar y luego no mostrar.

_El cine convencional eludía la cuestión sexual por completo, hasta el punto de que en cierto modo es anti-sexual. Después se fueron dando pasos hacia el desnudo y los primeros ardores sexuales, mientras quedara ropa y no se viera nada, ahora a veces se llega a mostrar ya la realidad completa, aunque generalmente sin naturalidad, usando el sexo de manera efectista, como reclamo, o con veleidades ridículas. El cine sexual es más digno en este sentido pues no se vende como otra cosa, va de frente, es franco y no se queda a mitad, no usa coartadas argumentales (los argumentos del cine sexual suelen ser muy escasos) ni va de progresista y vanguardista, para mostrar el desnudo y el sexo.

_Ya sería hora de que el cine convencional abandonara los desnudos forzados y las forzadas escenas de cama con posturas entre ridículas y morbosas. Menos desnudos porque sí, sin venir a cuento, y menos sábanas, montaje en las escenas de cama, en las que tampoco tendría que ser la norma mostrar el sexo explícito pero lo natural sería mostrar la desnudez de quienes ya se han visto (todo lo demás) en la intimidad. Sería más natural, y también sería más natural que el desnudo masculino se equiparara con el femenino, pero aún no hemos llegado a asumirlo culturalmente, no es sólo que la mayoría de películas sean dirigidas por hombres. El desnudo masculino es más explícito que el femenino, y más sexual que el femenino, dada la naturaleza sexual masculina, más expuesta, ustedes ya me entienden. Por ejemplo, si en alguna escena aparece un hombre desnudo, en una película convencional, no se le verá sexualmente excitado, pues las leyes de calificación por edades pasarían a calificarla (o descalificarla) severamente. Y claro, resulta increíble ver a un hombre en situaciones altamente eróticas como si tal cosa... vamos, que no es verosímil. Además el público femenino, como es natural, puede tener el deseo de ver en su plenitud natural, e incluso sexual, a sus actores favoritos (yo no creo que el éxito de Rocco Siffredi se debiera simplemente a los hombres aficionados al cine sexual, estoy convencido de que bastantes mujeres avivaron algo más que sus ojos con el mito italiano del porno) lo que es de lo más natural porque si no el mundo no sería mundo. Y además desde los 70 existen directoras de cine sexual, e incluso ahora se ha autoproclamado la etiqueta de porno para mujeres, una mezcla de avance y retroceso, o de negación de la evidencia de que no existe tal cosa ni la contraria, pues hay muchos tipos de hombres y de mujeres.

_Éste es otro asunto sobre el que comentar algo. Cuando el director cumbre del cine sexual, Gerard Damiano, realizó "Historia de Joanna" incluyó también prácticas homosexuales, las acostumbradas lésbicas y como audaz novedad añadió con toda naturalidad también la homosexualidad masculina. El resultado: alborotos y destrozos en varios cines y la escena eliminada en algunos montajes posteriores. Hay gente de mentalidad muy cerrada, y es evidente que el cine sexual convencional es heterosexual y contempla las relaciones lésbicas sin problemas, aunque hay lesbianas que afirman que las escenas de lesbianas suelen ser poco realistas, aunque supongo que de todo habrá, a fin de cuentas son mujeres quienes las interpretan..., pero está claro que tampoco todas las relaciones lésbicas son iguales, tampoco son iguales todas las lesbianas, ni son iguales todos los gays. Pero es cierto que el cine sexual no aporta ni un atisbo de homosexualidad masculina manifiesta, aunque Rocco Siffredi, como poco polémico por su "ímpetu", quizá encarna un eslabón perdido entre el cine hetero y homosexual al fomentar tanto su placer de la puerta de atrás en las relaciones heterosexuales, lo que antes era considerado simplemente un gusto de homosexuales.

_Aunque los desconozco, hay que hablar de la existencia de un cine sexual completamente gay, con sus estrellas, variantes y terminología, al igual que un cine lésbico dirigido por mujeres, aunque sería un error creer que el cine gay sólo lo ven gays, al igual que el cine lésbico no lo ven sólo mujeres, cosa evidente. Hay audiencias reveladoras sobre el consumo de cine gay por mujeres amas de casa, por ejemplo, además de que está claro que las escenas lésbicas son muy atractivas para muchos hombres. Y canales sólo para mujeres que han visto gran parte de su audiencia compuesta por gays... ¡Esto del sexo es más complejo que menos, aunque maravilloso y fluido!.

_Sería deseable un cine sexual que expresara las posibilidades heterosexuales, homosexuales y bisexuales del ser humano (incluso las hermafroditas), aunque hace falta una mentalidad abierta para aceptar algo de tal magnitud. Y quizás las manifestaciones sexuales humanas son tantas que no se puede esperar de una película que abarque todo, aunque sería notable un intento así, una especie de película sexual al estilo de las películas de historias cruzadas, una de esas películas corales, pero en cine sexual. A fin de cuentas, incluso conocer lo que no nos atrae puede ayudarnos a comprenderlo un poco más. O a darnos cuenta de que solemos buscar lo mismo pero de distintas maneras. Y no sólo buscamos sexo, placer, diversión, también buscamos ternura, comprensión, cariño y amor.

_El cine sexual puede servir de mucho si se hace bien, el gobierno francés lo comprendió y financió la producción de cortos de sexo explícito para combatir la transmisión del SIDA, pues en el cine sexual rara vez se usa preservativo, y el ser humano empieza por imitar lo que ve, y con el tiempo a menudo sigue imitando lo que ve, en vez de plantearse o buscar otras posibilidades. Un cine sexual también educativo, didáctico... es una posibilidad.

_La representación sexual en el cine tiene su importancia, y también la tiene la manera en la que se aborda el desnudo. El cuerpo humano y la sexualidad humana no deben tratarse ni con fría y ridícula solemnidad enciclopédica ni con frivolidad, mercantilismo, como medios para otros fines, desde luego menores. Una de las mayores virtudes del cine sexual es que trata la desnudez y la sexualidad con franqueza, no utiliza el sexo para vender una película sino que vende sexo en una película. El cine sexual, por despreciado que sea, no engaña a nadie, es sincero, franco, no usa el desnudo y el sexo como tantas películas que son poco más que pornografía encubierta y voyeurismo morboso.

_Quiero también responder a una especie de crítica que recibe el cine sexual. Se dice a veces que en el cine sexual las mujeres siempre están dispuestas y que el sexo debería ir siempre unido al amor o a sentimientos más duraderos. Esto es una manera de ver el sexo que respeto y comprendo, a fin de cuentas también sé lo que es amar con pasión, y hablo de amar sin medida ("Quien pueda decir cuánto ama, pequeño amor siente", dijo Petrarca) pero no es la única, existe el sexo por el sexo, y existe el placer por el placer, como demuestra el hecho de que la práctica sexual más extendida en todas las épocas y culturas sea el autoerotismo. De la misma manera, hay personas que no precisan de un largo conocimiento previo para entregarse sexualmente ni para intentar el contacto sexual con otra persona. Y esto es lo que suele expresar el cine sexual, que puede ser tachado de inverosímil, por supuesto, pero la vida escribe argumentos que nos parecerían a todos inverosímiles. Sin ir más lejos, y hablando de cine sexual, les relato un caso verídico sucedido no hace mucho tiempo en Roma. Un grupo de amigos, (o por amigos se tenían entre ellos) se reúnen para cenar y alguien pone una película sexual. Puede que no sea de lo más habitual, pero lo surrealista es que la película en teoría no tenía que estar disponible en el país, y allí, frente al televisor el novio de la protagonista (que no tenía ni idea de la doble vida de su novia, estrella porno local) vio como su novia tenía sexo con uno de los amigos que estaba en la reunión de amigos. El resultado de este argumento de la vida real: el novio de la actriz porno se levantó, se fue a la cocina y cuando volvió empezó a acuchillar a diestro y siniestro. No hubo muertos, pero varios acabaron en el hospital, el novio acabó pasando a disposición judicial y la novia, la actriz porno, se marchó del país al día siguiente. Hay quien dice que el novio debía presumir de tener una novia estrella del género, en vez de haberse enfadado... pero visto que se dio a la fuga, más bien no.

_¿Verosímil?, pues así es la vida a veces, increíble. El cine sexual es increíble, bueno, quizá tanto como el cine musical, o el cine romántico, no nos engañemos, que casi todo el cine sigue consignas de planteamiento, nudo y desenlace con final feliz, y cuando no lo hace, los productores suelen meter la mano. El "Calígula" de Tinto Brass, por ejemplo, resultó en una orgía de insertos hardcore porque el productor vio poco comercial que se estrenara con la verosimilitud que quería el director, quien, para dar realismo, quiso mostrar a personas poco favorecidas por la diosa de la belleza.

_El cine sexual, tiene su parte de fantasía y ficción, naturalmente, es que nadie dijo que fueran sólo documentales, pero miren los demás géneros y díganme si alguno se tendría en pie sin sus convenciones, sin el deseo del espectador de disfrutar riendo, llorando, o avivando algo más que los ojos. El espectador es cómplice, pero no es tan tonto como para no saber que está viendo una película, aunque insisto que el cine sexual más bien enfatiza un tipo de sexualidad casual, esporádica, legítima, que siempre ha existido y existirá. Aunque el cine sexual no está cortado todo por el mismo patrón de sexo esporádico, fugaz, casual, rápido, y hay obras que crean atmósferas más románticas, sensuales e incluso amorosas. Quizá sea el mejor cine sexual, o el de mayor alcance, pero sea el cine convencional quien debe dar el paso hacia la sexualidad manifiesta en vez del cine sexual el que dé el paso hacia un mayor calado psicológico e incluso historias más románticas. Se puede realizar el recorrido desde ambos modos de narrar cinematográficamente, pero es algo injusto exigírselo al cine sexual en vez de al cine convencional, además el cine convencional es el que mayor presupuesto y facilidades de distribución y exhibición posee. Incluso una película sexual de alto presupuesto no será estrenada en el cine de su localidad, pasará directamente al acceso previo pago por internet, al alquiler y venta en dvd.

_Respondiendo a la queja: hay mujeres muy dispuestas a la sexualidad, siempre las ha habido y siempre las habrá, al igual que hombres, y básicamente el cine sexual muestra relaciones sexuales de y entre estos hombres y mujeres. Aunque puede expresar más tipos de relaciones y sentimientos. El cine sexual, a menudo considerado pura fantasía masculina, en realidad tiene una base real más grande de lo que se cree, y no aborda sólo fantasías masculinas sino también femeninas. Fantasías de vivir sexo con una actriz impresionante o con un actor impresionante. Fantasías que no tienen que ver con la verosimilitud sino con la idealización, identificación y el deseo disfrutar. Pedirle al cine sexual que sea verosímil, estrictamente documental, que eduque sobre sexualidad, es algo que puede hacer, pero no es su misión, es cine, no una asignatura de la escuela. Y que nunca sea una asignatura de la escuela tal y como son los textos escolares: aburridos. El sexo valioso nunca es aburrido, y el cine sexual suele ser chispeante.
_Al cine sexual, seamos serios, no es justo exigirle lo que no se le suele exigir al cine convencional, pero al cine sexual se le mira con lupa pues siempre está bajo el desprecio ignorante y censor, en realidad a pesar de mover una cantidad enorme de cine y de dinero, sigue estando al margen del cine convencional, con sus canales de distribución alternativos, mientras que eso no ocurre con ningún otro género cinematográfico, ni siquiera con el documental, que alguna que otra vez logra abrirse un merecido hueco en las salas de cine.
_El chispeante cine sexual, por fuerza nace para avivar algo más que los ojos, como todo cine, exigirle que avive todo lo humano, no solamente la sexualidad, es exigirle que deje de ser cine sexual para convertirse en gran cine, ese cine que llega por igual al corazón, la cabeza, el alma y el cuerpo. Yo deseo ver ese cine, pero ya no se tratará de cine sexual, cine de género, sino del cine natural que la vida está reclamando. Algo así como el cine con la profundidad psicológica de Ingmar Bergman y la sexualidad manifiesta de Gerard Damiano o los hermanos Mitchell.
_Ah, por cierto, el cine sexual ¿no sirve de barómetro del clima de una época?. Fíjense en la calidez, desparpajo y buen rollo del cine sexual de los 70 y compárenlo con la frialdad, la musculación y las siliconas, el prototipo de hombres y mujeres de los 90 y de la actualidad. Antes la gente parecía ser más natural y divertirse más, el vello púbico abundaba (y a nadie le preocupaba), mientras que en la actualidad la depilación hace estragos al respecto y los argumentos, aún mínimos y sujetados con agujas, se han eliminado con el gonzo, con lo que se demuestra una vez más que el cine sexual también es reflejo de la época en que se vive. Antes era más alegre y ahora es más rápido y frío, para mi gusto. Estoy generalizando, claro, pero no es por casualidad.
_El cine sexual, a veces clandestino, que se realizaba en la época muda se caracterizaba por hombres flacos y mujeres rellenitas, por ejemplo, y los reyes de España, el Sha de Persia y demás dirigentes contemplaban estas filmaciones aristocráticamente, al igual que en los prostíbulos más renombrados se proyectaban escenas picantes para entretener (y algo más) a los clientes hasta que llegara el momento de atravesar la pantalla y pasar a la acción.
_Por último hablar de la animación sexual, que no empezó con el hentai japonés ni mucho menos, sino que se conservan cortos (atribuidos a los mejores animadores de la época) datados en la década de los 20. Realizados al margen de los canales de distribución oficiales, clandestinamente, pero audaces y muy divertidos, son una nueva muestra de que el cine sexual sólo es una expresión más del interés sexual de la humanidad, que nace con el ser humano. Y sin embargo, todavía se intenta arrinconar lo evidente: la importancia de la sexualidad en el ser humano. Aunque creemos que vivimos una liberalización sexual, fijémonos bien y veremos que no es así, el cine sexual sigue estando relegado y arrinconado, como un mundillo aparte, sigue considerándose algo de lo que renegar si se realiza cine convencional, como una mancha en el expediente, cosa a la que las renegadas del cine sexual colaboran reaccionariamente. Hay canales específicamente sexuales, pero nunca veremos cine sexual en un canal mayoritario.
_El sexo, por lo que parece, es más inquietante que el comercio de armas. Y lo curioso es que incluso el sexo más ligero lleva en sí la flor de la alegría, y el sexo posee en su interior la semilla de la vida.
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20/11/08

sobre el sexo en el cine

Sobre el sexo en el cine
_Hace poco, buscando por la red historias del cine sexual, clásicos del género, y películas, he dado con algunas consideraciones importantes, al menos para mí.

_Una de las cosas que suelen comentarse es que el cine sexual suele ser considerado malo porque la mayoría de la gente sólo ha visto cine sexual del montón, y juzgan que todo el género tiene esa calidad nula. Es cierto que probablemente el 99% del cine porno es mediocre o malo de narices, pero las obras logradas y las obras maestras del género hacen que el género merezca un respeto, casi siempre negado. Estoy bastante harto de la mojigatería y el desprecio ignorante sobre el cine sexual, que suele ser la norma. Como mucho se considera un género menor que se consume y del que no se suele hablar, pero lejos queda el atribuirle mérito o valía alguna, aunque hay títulos que merecen un respeto e incluso admiración.
_Es muy generalizador y estúpido considerar que un género entero es solo masculino y masturbador y no tiene capacidad de provocar más cosas en un ser humano, y nada en las mujeres, ante obras tan cómicas como "Garganta profunda", dramas como "El diablo en la Srta. Jones", la elegancia que desborda "Barbara Broadcast", o las coreografías, lisérgicas incluso, de "Tras la puerta verde". Sólo son unos ejemplos, y ya hablar de "El imperio de los sentidos" sería hablar con palabras mayores de auténtica obra patrimonio de la humanidad, no sólo un clásico del género erótico, lo que es reducir la magnitud de su alcance.
_Además la existencia de directoras de cine sexual ya desde los 70, o sea desde el inicio del género, como Anna Riva, Gail Palmer, en los 80 la productora propia creada por Candida Royalle, y últimamente directoras como Lizzy Borden (que no expresa precisamente la tan aireada sensibilidad femenina) o Erika Lust, que pregona un porno para mujeres (¡al final habrá que ver porno también por separado! ¡cómo si eso existiera! ¡cómo si todas la mujeres fueran iguales! ¡cómo si hubiera un porno para hombres y uno para mujeres!), y en España las contemporáneas Bibian Norai y Sandra Uve... digo que la existencia de todas estas directoras ya invalidan esa tontería de que el porno es sólo cosa de hombres y para hombres, aunque las mejores obras del género son abiertamente para hombres y mujeres. Además, en la época dorada del cine sexual (los 70 y principios de los 80) las parejas iban al cine a ver una película sexual, no se realizaban en realidad sólo para hombres.
_Otra cosa que he observado es que a internet se le achaca que el nivel de calidad medio del cine sexual haya bajado según los críticos especializados, (yo sin ser un experto, por lo que he visto creo que es cierto) debido a que en la actualidad es muy fácil acceder a contenidos sexuales incluso gratuitos a través de la red, con lo que las productoras ya no invierten tanto como antes. Pero este argumento no se sostiene ante la evidencia de que jamás se ha manejado tanto dinero en el cine sexual como en la actualidad, en realidad lo que ocurre es que antes habían pocas productoras y el mercado potencial estaba más concentrado, pero ahora hay más espectadores potenciales que nunca, y el espectador que busque un cine sexual de calidad en vez de algo hecho de cualquier manera y perfectamente olvidable, pues no se va a conformar con menos. De todas maneras, es lamentable observar que en ocasiones hay grabaciones caseras que expresan más frescura, alegría y pasión que mecánicas gimnasias pornográficas que más bien aburren...
_Creo que internet es sobre todo una gran oportunidad para el cine sexual (como para el cine en general y para las manifestaciones culturales, personales, y la comunicación humana) y que la red irá generando o está generando (tanto no conozco) redes de amantes del cine sexual con aspiraciones mayores que las evidentes, cine sexual que intente expresar otras motivaciones y dimensiones humanas, como el sentido del humor, la tristeza o la nostalgia, el amor, la ternura, la alegría de vivir... y que exprese el deseo con una elegancia, sensualidad, franqueza o alegría palpables... películas sexuales que lleguen más allá de la excitación sexual y que se adentren en quien las mira, que se queden dentro, entre el corazón y el alma. Les aseguro que hay algunas así, y les remito a los siguientes enlaces y a la bibliografía, aunque poco a poco quiero profundizar todo lo que pueda en este género tan despreciado y que merece ser cada vez más reivindicado, a fin de cuentas mucha gente debe ignorar siquiera quién fue Gerard Damiano, o los hermanos Mitchell, qué es eso de "El sexo que habla", o que la primera escena sexual gay provocó un escándalo hipócrita tal que se produjeron destrozos en las salas, mientras que nadie se escandalizaba (o no tanto) ante las escenas lésbicas de la misma película, "Historia de Joanna", un clásico de culto entre los seguidores del BDSM y amantes del cine sexual en general.
_En realidad, este rincón de cine siempre ha pretendido dar voz a lo que más siento que lo necesita. Y toda una generación creo que está creciendo con el sexo rápido de internet, sin ser conscientes de los tesoros del cine sexual, sobre todo de los 70, y me parece que el sexo rápido está bien, pero los tesoros del cine sexual aún están mejor, mucho mejor, ¡dónde va a parar!.
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http://seronoser.free.fr/laincineradora/x1.htm
http://seronoser.free.fr/laincineradora/x2.htm
http://seronoser.free.fr/laincineradora/x3.htm

-Cine para adultos. 1001 películas para 1001 noches, Luis Miguel Carmona y Alex Bassas (T&B editores, 2007)


-Historia del cine porno español. Exxxpaña, Manuel Valencia y Paco Gisbert (Glenat, 2005)

-Videoguía X, 1 y 2, Manuel Valencia (Midons, 1994-6)
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19/11/08

Cine natural, cine sexual y cine que explota el filón sexual

Cine natural, cine sexual y cine que explota el filón sexual
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_Hay un tipo de cine, el que se considera convencional, en el que se puede hablar de sexo, sugerir el sexo, incluso ver algún prolegómeno sexual, o intuirlo pero más allá de algún que otro desnudo, en realidad el sexo natural está velado y vedado, omitido. Se puede incluso considerar cine en cierto modo anti-sexual, pues puede mostrar afecto, romanticismo, o cosas más violentas y nocivas pero jamás muestra la intimidad sexual. Sigue teniendo una frontera, una puerta, un límite que no traspasa, con lo que resulta poco humano al ser la sexualidad una manifestación humana fundamental. No abogo por una proliferación de escenas de sexo explícito en las películas convencionales sino porque en las películas convencionales pueda aparecer con total naturalidad, sin intención de efectista provocación, el desarrollo sexual, sobre todo en un contexto romántico. Creo que sobre todo las películas románticas adolecen de un tratamiento natural del importante componente erótico y sexual del amor, que quizá sólo “El imperio de los sentidos” abordó aunque en un caso realmente extremo. Yo me refiero a una película en la que se muestre la relación duradera de una pareja y exista una escena en la que se vea cómo se entregan y expresan sexualmente como pareja, cosa que es de lo más natural y bastante revelador de la naturaleza de una relación.
_Hay otro tipo de cine, denostado y menospreciado con gran ignorancia al respecto dicho sea de paso, llamado pornográfico o también cine sexual (denominación que es más exacta y más justa). El cine sexual es lo contrario en realidad del cine que veda y veta la manifestación sexual. El cine sexual gira completamente alrededor del sexo, con lo cual los componentes psicológicos de los personajes y la posibilidad de abordar relaciones duraderas, profundas, asuntos muy complejos, por lo general quedan descartados, aunque hay notables excepciones de cine sexual no sólo cinematográficamente interesante e incluso artístico sino también humanamente enriquecedor. Pero al cine sexual no se le debe pedir que cumpla la misión que el cine convencional parece ignorar. Puede realizarla en parte, pero sólo en parte por tratarse de un género cinematográfico que debe basarse en la expresión sexual explícita. El cine sexual digno aborda con naturalidad las relaciones sexuales, pero las relaciones amorosas, las complejidades psicológicas... una película que abordara por igual todos estos matices humanos sería una gran película pero no de un género específico, sería cine natural y humano.
_Hay otro tipo de cine que se está produciendo últimamente en el que poco más que se incluyen escenas de cine sexual en un contexto superficial, o pretencioso, o incluso con afán taquillero sin más. Cine que recurre al sexo como reclamo, que teje coartadas astutas, lo que se llama excusas argumentales para colocar cuatro escenas de contenido sexual que no aportan nada en realidad sino la posibilidad de ver sexo en un cine sin que sea una película porno. Es un poco un cine más bien efectista, entre pretencioso e hipócrita, alejado de la naturalidad y profundidad que se debe pedir a una película con ambiciones artísticas o incluso ansias de notoriedad. A veces el reclamo sexual, a pesar de lo intragable del film en cuestión ha dado resultados de taquilla considerables, lo que es alarmante. Pero es fácil de entender, una película que se venda de transgresora, de liberal en materia sexual pero argumente que no es mero cine sexual sino que se va a ver una película el no va más, la avanzadilla... atrae la curiosidad de mucha gente y satisface la pulsión sexual reprimida de bastante gente que no iría a ver una película porno pero quiere ver porno. Por eso se trata de cine astuto, se queda superficialmente entre un cine y otro con intenciones mercantilistas y de notoriedad. Es fácil hacerse famoso abordando cuestiones sexuales, realmente es lo más sencillo porque el sexo y la violencia son recursos muy efectistas, es apelar a motivaciones y pulsiones muy profundas y a flor de piel en la humanidad, pero este tipo de películas son nocivas porque son engañosas y denigrantes. Tiene un componente hipócrita, pretencioso y manipulador tan grande que hacen mil veces preferible el cine sexual corriente en el que no se pretenden coartadas intelectuales, trascendentes, artísticas ni demás engaños. Sexo y punto, en vez de hacer como que se ofrece cierta profundidad o incluso arte cuando sólo se da carnaza servida con premeditación, alevosía y en ocasiones ni siquiera nocturnidad (lo que en este caso sería un atenuante).
_Hay un tipo de cine natural del que parece que no hay muchos ejemplos, en el que el sexo se integra naturalmente en la historia, sin alardes ni efectismos pero sin remilgos. Quizá “El imperio de los sentidos” es la mayor muestra de este cine, o la que más ha trascendido, y en cierto modo “El último tango en París” le siga de alguna manera, pero lo que aún no he visto es una historia, digamos por caso “Secretos de un matrimonio” de Bergman, en la que a esa profundidad psicológica se una también la expresión sexual de la pareja. El propio Bergman pensó que así sería lo natural, pero quizá comprendió que se metería en muchos problemas de llegar tan lejos.
_Esto es un llamamiento, cineastas, creen cine natural, no dejen el sexo tan sólo en un reclamo para la taquilla, no marginen el sexo tan sólo para el cine de género sexual, integren en el cine convencional la expresión sexual, como en la vida real.
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12/11/08

hacia la mayoría de edad sexual en España

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_Hace unos cuantos años, 18 exactamente, el canal de pago Canal + empezó a emitir películas sexuales por televisión. Con una producción propia mejorable titulada "18 años para mayores de 18 años" el canal lo ha celebrado hace poco.

_El propio documental habla de cómo las audiencias eran mayores de lo que el propio canal, por un pudor mojigato, reconocía, y que se llegaron a hacer cortes en la primera emisión en las imágenes explícitas. También es para analizar el hecho de que al ser la primera vez que se emitían en España contenidos sexuales explícitos, lo que se llama porno o hardcore, había una especie de ¿qué va a pasar? ¡esto es sexo!. Esa sensación de alarma, como si fuera a ocurrir algo catastrófico también sucedió cuando televisión española programó un ciclo de cine erótico en el que sobresalía "El imperio de los sentidos". Alarma generalizada, y esa noche no pasó nada más allá de las alcobas, ¿qué iba a pasar?. Habría quien esperaría lo impensable...

_Y todo esto me da que pensar sobre lo que hemos avanzado y lo que no respecto al sexo. Hoy, con internet, cuyo tráfico de contenido sexual aumenta a la velocidad del deseo, suena a chiste que hubiera una época en la que emitir una escena explícita se considerara peligroso para una nación, que estuviera prohibido hasta 1984 el género hardcore. Más bien, para los más jóvenes, estas cosas deben parecerles entre ridículas y tristes, y lo eran, desde luego. Y ya si imaginamos la ñoñería sexual de la época franquista... Pero ahora que lo pienso incluso el plus se arrodillaba ante el viernes santo y ese viernes no emitía la porno del plus. Cosas de este país, cuya herencia inquisitorial y reverencial hacia un cristianismo oscurantista aún sigue más que presente a pesar de todo lo que se ha avanzado. Yo, que soy bastante agnóstico, la verdad, en la religión que podría creer sería en una como la que reflejaba Dreyer en "La palabra", esa religión luminosa en la que la sexualidad es tan sangre de la vida como los rayos del sol y el vuelo de las mariposas.

_En realidad, no hemos avanzado tanto respecto al sexo cuando hace poco el cartel anunciador de "Diario de una ninfómana", sugerente pero erótico en vez de explícito, se prohibió en Madrid, donde se pudieron ver durante semanas carteles de películas en las que abundaban mutilaciones, sangre derramada y lo que más les repugne, todo menos erotismo, menos sexo...

_Es verdad que en este país ahora se consideran legales las relaciones de pareja entre personas del mismo sexo, lo que no es pequeño avance, sin embargo, ¿cuánta gente lo desacredita públicamente o lo considera de segunda categoría o hipócritamente van de progresistas mientras en el fondo se creen superiores? Superiores, ¿por qué, por tener sexo con alguien del otro sexo en vez del suyo propio?. ¡Qué absurdo!. Yo, además, me moriré sin entender qué le importa a esa gente qué hace otra gente en la cama, o en su vida. Creo que se meten con los demás porque no son en absoluto felices, si lo fueran se dedicarían a ser felices en vez de a imponer su visión de la vida a los demás. Si una persona homosexual se nos acerca y nos dice si "entendemos", ¿tanto nos cuesta, si no nos interesa, decirle, "te comprendo pero no entiendo"?. A fin de cuentas, no creo que sea una ofensa, al menos yo nunca me he sentido ofendido, aunque yo lo que es "entender", sólo un poquito y de cine.

_Este país, de todas formas, parece que empieza a ser un poco mayor de edad en el sexo, este aniversario del plus llega en un momento en que se considera matrimonio tanto la unión heterosexual como la homosexual, a fin de cuentas todas las parejas bien mirado discuten, se hacen cariñitos, se reconcilian y esas cosas. Se puede hablar de sexo con una libertad y conocimiento impensables hace tiempo, ya era hora. Aunque las pegas de esta época son que el sexo se ha mercantilizado y banalizado hasta extremos increíbles, nos venden sexo para vendernos casi que cualquier producto, ¡eso sí es pornografía!, y el sexo se usa como reclamo para destacar en la vida social, ¡e incluso cultural! de una manera escandalosa. ¡Eso sí es escandaloso, no el porno!. Cualquiera se acuesta con alguien famoso y le falta tiempo para decir lo que hace o no en una cama, hay una hipersexualización enfermiza, y se están olvidando las potencialidades sensuales, trascendentes y amorosas del sexo en muchas ocasiones, aunque hay que felicitarse porque ahora incluso Philips piensa comercializar masturbadores femeninos, o como los llama todavía la sociedad consoladores. Menuda palabra mojigata, no creo que sea consuelo alguno sino regocijo pleno el que proporcionan esos aparatos tan divinos. ¿Me contradice alguna mujer al respecto? ¿A que no?. Bendito sea el sexo.
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_El documental de Canal +, aunque podría haber sido más profundo, está en www.plus.es (o estaba, que ahora no lo encuentro)
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9/11/08

la chispa del sexo (no más sexo mediocre)

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_A veces me acuerdo de la defensa del cine pornográfico de Hoboken por Jonas Mekas. Digo que a veces me acuerdo porque pienso en lo que suelen ser las representaciones sexuales en el cine. Generalmente o se queda en una aburrida, pretenciosa, pedante o almibarada postal de directores con ínfulas de notoriedad, o pasa decididamente a engrosar la prolífica filmografía (sería un desafío inhumano ver todo el cine porno, cosa imposible) del cine sexual.
Y es incluso increíble y hasta vergonzoso para el propio cine en general, incluso para una parte significativa del porno seguramente (no soy un experto), que desde que existen las cámaras digitales e internet, se pueden ver vídeos caseros de contenido sexual explícito que resultan mucho más lúdicos, desenfadados, interesantes, sensuales y excitantes que películas o fragmentos de películas que se han rodado con mucho más tiempo y medios. Quizá sea el triunfo de la naturalidad, la escasez de medios, la imposibilidad del montaje, el pulso del instante, y el latido de una vigorosa cercanía llena de gozo y ternura, de picaronas sonrisas.
_Algo ocurre cuando una persona corriente coge una cámara y sin tonterías de guión, no te salgas de la marca, foco, ensayo ni historias, se planta delante de la cámara y fluye con una espontaneidad e incluso humor y calidez que por lo general se pierden en las representaciones sexuales.
_El cine parece que se toma el sexo demasiado en serio o no lo bastante en serio. Aún parece como un tabú, como algo que hay que ofrecer velado, con una fotografía almibarada en ocasiones, o sólo sugerido, y casi siempre sin esa chispa de complicidad y sonrisa que el mejor sexo desborda.
_Tanto sexo aburrido, mecánico, esteticista, pretencioso, o directamente vulgar y sin gracia, o con poco menos que coartadas intelectualoides o un conservadurismo latente de obligado happy end. Ya estará bien, ¿no?. El sexo puede ser varias cosas: un placer por el placer, como en "Intimidad", de Patrice Chereau, que se centra en el sexo lúdico; o también puede ser una expresión de una pasión arrebatadora, como en "El imperio de los sentidos", de Oshima; o uno de los motores de una relación duradera, romántica, como... no se me ocurre ningún título que verdaderamente explore hasta el final el romanticismo sin recurrir al fundido en negro, como si una parte importante del romanticismo no tuviera que ver con el deseo, con la atracción sexual.
_No se trata de llenar de sexo explícito, como en el género sexual, las películas, de lo que se trataría sería de que el sexo apareciera con naturalidad. El sexo, integrado con humor y naturalidad, mostrándose abiertamente, creo que sólo lo he visto en la película "Shortbus", de John Cameron Mitchell, que es tan fresca y divertida como necesaria en mi opinión.
_Algún día quizá se hagan más películas en las que el sexo tenga gracia, no una seriedad que está lejos del sentido espiritual y trascendente que el sexo también puede tener. La verdad es que estoy harto de ver películas no pornográficas que incluyen algún sexo explícito pero no tienen sino cuatro planos quizá para satisfacerse sexualmente, pero no humanamente. Creo que esas películas que se quedan a mitad, que realmente cogen un poco de sexo para llamar la atención en vez de que suceda naturalmente en una historia con un sentido, existen porque a la mayoría de la gente le parece un poco vergonzoso ver cine sexual o reconocerlo, y estas películas son la excusa para ver un poco de carne en movimiento sin que sea una porno.
_Sinceramente, si quiero ver sólo sexo prefiero incluso una porno del montón (una mala no, por favor) a una de estas obras que además suelen tener pretensiones artísticas, o ir de feministas, o ir de románticas, o ir de "el último grito en cine transgresor", y tonterías por el estilo.
_Y por cierto, el cine sexual tiene títulos que deberían hacer enrojecer (pero de vergüenza) a tantas películas que dejan el sexo en algo barato, vulgar, artificioso, empalagoso o mecánico, frío y previsible. Los clásicos "Garganta profunda", "El diablo en la señorita Jones" y "Tras la puerta verde" son algunos ejemplos, pero hay más.
_Es un llamamiento: ¡¡¡No más sexo mediocre. Sí más sexo alegre, con chispa, divertido, tierno, cálido y vitalista!!!
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1/11/08

el sexo es una celebración de la vida

_En "Celebración" hay una escena que integra con naturalidad el sexo en el cine. La escena se sugiere, pero queda claro que a un hombre, especialmente tenso por cuestiones personales, su mujer se le acerca compasivamente para satisfacerle oralmente. La interpretación es convincente y está perfectamente integrada en la trama, a mí no me pareció escandalosa ni tampoco excitante sino una muestra de ternura y comprensión de la mujer que decide recurrir al sexo para tranquilizar al hombre. El sexo también tiene efectos tranquilizantes maravillosos... Me parece que esta escena tiene algo de maravillosa, es mucho más cariñosa y profunda que millones de escenas en las que se hacen regalos con muchos lazos y se endulza todo hasta resultar empalagoso. A veces el amor y la ternura se muestran así, también a través del sexo.
_Lo que parece ausente del cine es la integración del sexo en las relaciones profundas, en las románticas, en los matrimonios, y rara vez se sugieren relaciones sexuales con personas discapacitadas o personas mayores, aunque en "Lejos de ella" se da un paso valioso en esta última dirección. Y por fortuna ya son varias las películas que abordan la homosexualidad o incluso la bisexualidad. Aunque el cine va dando pasos, parece que sigue sin hacer visible el contacto sexual naturalmente en una película convencional. El sexo no es la base de una relación profunda pero sin sexo una relación profunda sería más amistosa que amorosa la mayoría de las veces. Sigue habiendo un tabú con el desnudo y la sexualidad, pero no para mostrar asesinatos, robos y demás crímenes. ¡¡¡El sexo se considera un delito mayor!!!. Es para quedarse perplejo que cualquier película que aborde verbalmente conflictos sexuales, como "El bello Antonio" ya pasa a ser considerada para mayores de edad mientras se pueden ver cadáveres y tiroteos a la hora de la comida, sin ningún problema. ¡¡¡Sólo el sexo se tiene por escandaloso!!!.
_Quizá algún día nos demos cuenta de que los crímenes destruyen y el sexo da placer y vida. El sexo es una celebración de la vida.
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30/10/08

el amor y el sexo mostrados con naturalidad

_Quizá el momento más ardiente del amor en el cine sea el instante apasionado, arrebatador, en el que, en "Ordet" de Dreyer, el marido dice, aún cuando su mujer yace muerta, que todavía la desea. Quien no entienda ese sentimiento y lo considere simplemente lascivo (aunque la lascivia tiene más mala prensa de la que merece) sabe poco del amor, más bien nada. El amor es erótico por naturaleza. A menudo hay deseo sexual sin amor, pero el amor siempre incluye el deseo sexual. Pero en el cine...
_El amor y el sexo mostrados con naturalidad en el cine, ¿cuándo van de la mano?. Algo falla cuando existen películas que expresan magistralmente los recovecos de las relaciones amorosas pero se quedan al entrar en la alcoba, o como mucho cuando ya se va a pasar a la sexualidad manifiesta. Es algo que no necesita mucha explicación que una parte del amor es la ternura y otra el erotismo, amar sin desear sexualmente es imposible, se puede desear sexualmente sin amar, cosa que sucede a menudo, pero insisto en que si se ama a alguien también hay deseo sexual en ese amor. Esto es tan natural que el Cantar de los cantares ya lo expresa maravillosamente bien. En el cine, sin embargo, la costumbre es que o se ve un romanticismo sin sexo (como si aún hubiera que velar lo que ocurre entre dos personas que se aman cuando están en la intimidad) o se realizan películas de cine sexual, género muy digno y respetable, muy denostado pero que yo considero positivo, legítimo, útil y en sus mejores obras enriquecedor e imaginativo.
_El cine sexual, como su género indica, no suele ser romántico (aunque hay cine sexual de corte romántico) y aunque ocasionalmente lo sea su mayor interés serán las escenas sexuales, al igual que un musical tiene su mayor interés en sus números musicales. En realidad al musical se le achaca su falta de verosimilitud y esa misma falta de verosimilitud se le puede achacar al cine sexual, en un género la gente se pone a bailar y a cantar y en el otro a divertirse sexualmente... Pero eso sólo se nota en el cine musical o sexual que no da la talla de su género. En una buena película sexual o musical la ficción es creíble, resulta fluida y natural.
_Entonces, lo que sucede es que o bien se contempla una película romántica sin todo el romanticismo real, que incluye la ternura, el deseo, el sexo, o se contempla una película sexual en la que con suerte puede haber una ambientación o un intento de historia romántica, pero casi por obligación tratada muy ligeramente. Y es normal porque el cine sexual, en caso de extenderse mucho en explicar y detallar otros aspectos de las relaciones personales ya no sería cine sexual sino cine romántico.
_Puede ser que se haya realizado alguna película, digamos que convencional, que al abordar la relación romántica por una vez (no hace falta más que una vez en toda la película) aborde sin efectismos ni recatos la intimidad sexual de la pareja. Los títulos que recientemente he podido ver con escenas sexuales e historias de pareja verdaderamente no son así, muestran contínuos escarceos pero no llegan a profundizar en la esencia de la relación, en los caracteres psicológicos, abordan sólo ligeramente la parte de ternura y afecto, las inseguridades, las complicaciones, malentendidos, discusiones y alegrías de la pareja más allá de la cama. Suelen ser películas más pansexualistas que románticas tal y como yo entiendo el romanticismo, como una mezcla (explosiva) de ternura, afecto y deseo sexual, con un grado de responsabilidad, preocupación y compromiso importantísimos.
_Películas como "El imperio de los sentidos" no creo que haya dos en el mundo, siendo un ejemplo soberbio del arrebato amoroso y sexual llevado hasta sus últimas consecuencias, aunque quizá no sea exactamente romántica en el sentido de que se decanta hacia la sexualidad por completo, lo que está muy bien de todas formas, pero yo entiendo el romanticismo más desde la base de la ternura y la comunicación y la sexualidad como una de sus manifestaciones, no su fin único ni último ni prioritario.
_Otros films más recientes con algo que aportar son "Intimidad" y "Shortbus". El primero aborda, a veces de manera aburrida, una relación efímera, no una relación romántica, y "Shortbus" es una película vitalista, desenfadada, muy divertida, un descubrimiento, pero aborda de forma coral varias manifestaciones y complicaciones sexuales, no una única relación en profundidad, y ya saben que me refiero tanto a profundidad psicológica como sexual, que ambas forman parte de la expresión humana.
_Quizá yo ignoro esa película en el que el romanticismo de una pareja no se recata ante su expresión sexual..., sé de más gente que de alguna manera la busca y no la encuentra o no la conoce (¿o no existe todavía?) por lo que si alguien ha visto algo así, por favor, compártalo con este rincón de cine, que el amor y el sexo cuando van enlazados hacen que la vida sea maravillosa.
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27/10/08

influencia cinematográfica y humana del cine sexual

_Hay quien dice que Lars Von Trier se inspiró en la manera de rodar de un subgénero porno para crear el decálogo y las consignas estéticas del movimiento Dogma. ¿Qué tendría de extraño?. Quizá hay supuestas élites intelectuales que piensan que el porno sólo es para lo evidente y carece de cualquier valor cinematográfico. Hay una mayoría de películas en todos los géneros que realmente carecen de valor no sólo cinematográfico sino humano.

_El porno, o cine sexual, sólo es un género más y por su utilidad (también el género musical, el romántico, el thriller, el terror... tienen su utilidad) o por la mezcla de utilidad y cinefilia, seguro que bastantes directores y personalidades de las artes y otras disciplinas humanas ocasional o incluso asiduamente contemplan películas sexuales.

_Sería muy bueno que se supiera que ese admirado escritor, ese político respetado, ese actor famoso, ese científico influyente... también aprecian el cine sexual, sobre el que pesa (como sobre la literatura de terror y la erótica) la losa de un desprecio y marginación injustificable. A fin de cuentas la inteligencia, el talento, la creatividad, la diligencia... y en fin, todas las cualidades humanas más sobresalientes, son perfectamente compatibles con un disfrute de la sexualidad explícita, incluso con un aprendizaje aún mayor de la sexualidad a través del cine sexual. Al cine sexual ¿no le debe al menos una generación humana una parte de su imaginario sexual e incluso el descubrimiento de más posibilidades sexuales?. Yo creo que sí, que el cine sexual ha abierto a bastante gente puertas que de otra manera quizá no hubieran abierto, o mucho más tarde. Al cine sexual de calidad aún no se le ha reconocido el bien que ha hecho, hace y hará por la humanidad.

_Por otra parte también creo que la excesivamente prolífica filmografía mundial de cine sexual puede ser sociológicamente reveladora de carencias sexuales arraigadas en las sociedades, y quizá también afectivas, pues quienes pueden vivir una historia romántica también suelen ver menos historias románticas... aunque el cine sexual tiene un gran potencial enriquecedor, como cualquier género cinematográfico.

_En cualquier caso el cine sexual, incluso en el caso menos imaginativo y enriquecedor, cuando es más bien compensatorio de alguna manera cumple una labor social positiva. Por supuesto siempre hablo de cine sexual entre personas que libremente deciden expresarse sexualmente, igual que libremente una persona busca un trabajo en una oficina o una persona decide ofrecer por voluntad propia servicios sexuales a otra a cambio de dinero. Y por más que moralistas algo ciegos ante la realidad de la vida digan que la pornografía y la prostitución degradan a la mujer (o al hombre) lo cierto es que hay mujeres y hombres que disfrutan mucho ofreciéndose sexualmente a la cámara o en la intimidad.

_El cine sexual, de todas maneras, ¿no es en gran parte el cine llevado a su máxima expresión?. El cine es observador o voyeur por naturaleza, y bien mirado, ¿qué es lo que más desea observar un voyeur?. Y además, ¿no es la sexualidad desatada una, si no la que más, de las expresiones humanas más profundas y vitalistas?. Sí lo es, y siempre lo será, por eso desde el nacimiento del cine, sin ir más lejos en España, ya en la época muda el rey se informaba (en una sala del palacio real) adecuadamente de las nuevas películas de "picardías", bonito nombre, muy galante, que por supuesto quiere decir algo más que pícaro y pillín... ¡¡¡Y se trataba del rey!!!
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24/10/08

integración y expresión del sexo en el cine

_Se van dando pasos en la dirección adecuada en la expresión humana a través de la sexualidad en el cine. Pero por lo general el sexo se queda en el cine de género sexual (género legítimo, con sus convenciones y límites, pero digno si se hace bien) en vez de integrarse naturalmente y sin remilgos en las historias que aborda el cine.
_A ver, yo no hago apología de que el cine se pueble de sexo porque sí ya que para la lujuria ya está el cine sexual, del que no soy experto pero como inmensas mayorías sí espectador. Lo que yo defiendo es que al fin en una película profunda en el tratamiento psicológico de las relaciones humanas, sobre todo amorosas, por ejemplo una buena película romántica, no se escamotee siempre la expresión sexual, la intimidad sexual, la parte sexual de la relación.
_Creo que el cine sería más amoroso y humano si mostrara una vez durante la película esa intimidad sexual. Claro que eso exige de intérpretes dispuestos y de una dirección que no caiga en el subrayado, el énfasis, sino que contemple con serenidad, o con el mismo tono que el resto del film, el desarrollo sexual. Pero seguro que habrían parejas o intérpretes que lo harían sin recato alguno y con alegría.
_El cine va dando pasos en esta necesaria integración del sexo como una realidad humana y se pueden atisbar relaciones sexuales con disminuidos ("Nacido el 4 de julio"), entre personas mayores ("Lejos de ella"), además de entre parejas homosexuales ("Shortbus", que ya es más explícita, muy franca, incluso maravillosamente franca), de manera que estas expresiones sexuales humanas, totalmente legítimas, van dando visibilidad y facilitan la comprensión y aceptación por parte de quienes quizá no veían claro que bajo los ropajes de la diversidad sexual latan básicamente los mismo afectos, deseos, temores, alegrías, el placer, la ternura... e incluso el anhelo de una vida en común que también puede incluir el deseo de formar una familia.
_Pero el cine aún no ha integrado del todo el sexo en la narrativa convencional, sigue eludiendo o cortando, quedándose a medio camino, pero ese paso acabará dándolo como es natural. Eso si no lo ha dado ya y yo desconozco en qué película.
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25/6/08

cine sexual en televisión

_El cine por lo general recurre al fundido en negro para sugerir el sexo, o pasa directamente al cine de género sexual para mostrar lo que en el fundido en negro no se enseña. Esto es algo que el cine aún tiene pendiente, hacer películas en las que la expresión sexual se manifieste sin que por ello la película sea de género sexual, o sea, una película romántica en la que haya una escena abiertamente sexual, o de cualquier otro género. Pero el cine sexual como género es un género digno, aunque siga como tapado y escindido del cine, como velado tras unas mojigatas cortinas.

_Aunque considero limitado el cine sexual debido a que enfatiza solamente una de las manifestaciones humanas (en realidad todo cine de género se centra en algo en concreto y descarta casi todo lo demás) me parece un género legítimo, digno y con obras maestras indudables, aunque como es habitual en cualquier manifestación humana no abunda lo sublime.

_Con estas aclaraciones, y manifestando una vez más mi deseo de que se realicen películas convencionales en las que la sexualidad se manifieste naturalmente en vez de la escisión actual entre cine convencional sin sexo y cine solamente sexual, reproduzco aquí un enlace que aborda extensamente los más de 15 años de emisiones de cine sexual de Canal + España, realmente un hito en la difusión pública de contenido sexual. Hay que recordar que en 1991 internet era algo desconocido salvo para una minoría de avanzados y la difusión de contenidos sexuales era inexistente en las televisiones. Entonces llegó la conocida como porno del plus, a través de una llave que nadie quitó jamás del descodificador. Erótica llave...

_El enlace pide registrarse y pueden hacerlo con total garantía, se trata de una web sin ánimo de lucro con multitud de contenidos. El listado de películas viene como "hilo del plus".
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http://www.sharezade.net/index.php?name=PNphpBB2&file=viewtopic&t=6827
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26/10/08


una película romántica y no sólo romántica

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otra idea para una película romántica... (sigue a "una película romántica" en esta misma categoría)
_Una posibilidad ya muy ambiciosa quizá, sería una película en la que con el tratamiento aplicado en una película romántica se abordará en igualdad de condiciones una relación lésbica, una gay y otra heterosexual de manera que más allá de las evidentes diferencias de cada relación viéramos que la esencia de las relaciones son las mismas sólo que las personas heterosexuales encaminan las relaciones hacia su sexo complementario mientras que en las relaciones homosexuales la relación complementaria se busca entre personas del propio sexo.
_Esta película sería muy ambiciosa y sería imprescindible que haya un vínculo amistoso entre las tres parejas, lo que es difícil de encontrar. Quizá la estructura de historias cruzadas sería la ideal en vez de realizar una película de tres episodios, con lo que se perdería quizá la esencia de la igualdad que las une incluso en su diferencia. El amor no distingue inclinaciones sexuales, llegar a mostrar eso con naturalidad sería muy necesario, podría favorecer la comprensión entre quienes, educados en un pensamiento más procreador que amoroso, olvidan que la raíz común a todas las relaciones duraderas no es el deseo sexual o el deseo de procrear sino sobre todo la incansable fuerza amorosa que anhela encontrar a su alma complementaria. Comprender que es tan digna la búsqueda homosexual como la heterosexual, incluso que quienes se sienten mejor teniendo pocas relaciones o teniendo relaciones sucesivas, quienes no quieren emprender relaciones duraderas son personas dignas mientras sean sinceras en sus relaciones. Pero este tipo de relaciones, incluirlas en una película con tres parejas, con sus problemas, alegrías, circunstancias... quizá ya fuera convertir la película en un film-ensayo, en un tratado, en un largometraje muy largo, porque sería malo intentar que tantos sentimientos y personas encajaran en muy poco tiempo, cuanto más se quisiera incluír más extensión debería tener el film, y cuanto más largo es un film más fácil es que pierda el pulso narrativo, la fluidez, la viveza... Además pienso que como mucho, y me parece mucho mucho, la película debería durar unos 120 minutos, aunque si durara 100 o 90 quizá mejor.
_El concepto me parece entre necesario, interesante, ambicioso y puede que pretencioso. No es que me parezca una idea que sea nada del otro mundo, lo que me parece sorprendente es no haber visto una película así, aunque no tanto teniendo en cuenta que poca gente estaría dispuesta a trabajar en una película de esa manera, poca gente invertiría su dinero, y las escenas sexuales serían cortadas o la película prohibida en más de medio mundo. Pero sería preferible casi que la película fuera prohibida a que fuera exhibida censurada.
_A menudo he observado películas en las que se muestra sin recato alguno la belleza femenina, el cuerpo desnudo de las actrices, y sin embargo no se muestra la belleza masculina, el cuerpo desnudo de los actores, cosa que es mala señal. Además me parece que el desnudo debe justificarlo la historia, que todo debe justificarlo la historia, el espíritu de la historia. Hay muchas películas que muestran desnudos que no por agradables y más que sensuales en el fondo son gratuitos, como si de alguna manera al mostrar desnudos se manifestara rebeldía, vitalidad o algo por el estilo, cosa que no tiene porqué ser así. Si una película quiere ser vitalista, revelar (con "v") la vida, no debe recrearse en desnudos de pose, con excusas argumentales de lo más risibles, o por otra parte recurrir a las sábanas pegadas con celo sobre el pecho. Si una película quiere ser vitalista y natural respecto al sexo debe mostrarlo tal cual, y si no quiere dar ese paso y llegar hasta el final, ¿para qué empieza a desnudar a los intérpretes y luego lo diluye todo en un fundido en negro?. Creo que eso es quedarse a mitad, que lo que sucede más o menos nos lo podemos imaginar pero los matices con los que se desarrolla la relación sexual revelan bastante sobre la propia relación y la personalidad de cada cual.
_Quizá el cine que se mete en el dormitorio pero no se queda en él es un poco superficial, en realidad quizá tiene más sentido aquel cine que cuando llega al dormitorio se encuentra con la puerta cerrada. En ambos casos hay una puerta cerrada, pero si la puerta se ha quedado abierta y la cámara ha entrado es menos comprensible que de repente se recurra al fundido en negro (¡¡¡quizá es que se ha fundido la antorcha de la cámara!!!) mientras que si la cámara se queda en la puerta se comprende que ese espacio es íntimo y la transición es más creíble y lógica. De todas maneras hay cosas que quedan a medio decir, que el espectador puede imaginar, pero en el fondo entrar y luego salir es como poco romper un torrente que fluye. Interrumpir la acción en mitad de la acción, eso es el fundido en negro en las secuencias de emergencia sexual.
_Si la acción sexual en vez de interrumpirse sencillamente se omite por completo el cine deja por completo a la imaginación del espectador lo que pueda haber sucedido, en cierto modo como sucede entre viñeta y viñeta en un cómic. Cuando se interrumpe la acción sin más, sin embargo, cabe preguntarse porqué se empieza a rodar una acción que se va a interrumpir, si no es un poco fácil y efectista manipular al espectador y los intérpretes de esa manera. El espectador, una vez que empieza a verse fuego en la escena empieza a desear que el fuego haga arder la ropa y la escena sea larga, muy larga, sin embargo la escena tiene trampa, se trata de fuegos artificiales, en vez de munición real se utilizan balas de fogueo, lo que está bien para las películas de guerra, pero que el sexo se sugiera pero no se muestre, eso más que un avance de la moral imperante revela que el sexo sigue relegándose al fundido en negro de la imaginación o al normalmente monotemático cine sexual.
_Quizá las miradas obscenas son las que sólo buscan la fácil excitación sexual pero no muestran la relación sexual, son como esa gente que se complace en crear fuegos que no piensa apagar, mientras que una de las películas más castas de la historia (así la defendió Lacan) sea "El imperio de los sentidos". El cine puede tomar tres caminos respecto al sexo: no sugerirlo visualmente de ninguna manera dejándolo todo en la imaginación del espectador; empezar a mostrar visualmente una parte de su comienzo y después cortar, dejándolo a mitad; y por último puede llegar a mostrar la sexualidad completamente, y hacerlo sin énfasis ni velos, sin tener que recurrir a las convenciones del cine sexual, que enfatiza lo que ya sabemos, ni quedarse tras la puerta o las cortinas, espejos y demás maneras de afrontar indirectamente el sexo.
_Quizá el sexo merece ser mostrado simplemente como lo sientan la pareja protagonista, pero de cuerpo entero, sin montajes, trucos, zooms, con serenidad y un encuadre estático, pues realmente el cine además de mostrar el movimiento (que lo mostraría en una escena sexual rodada con cierta distancia) tiene la capacidad de captar el sonido, además de sensual tan parte de la realidad como la imagen, incluso más en cierto sentido porque cada voz humana es el aliento que expresa el alma de una persona.
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25/10/08


¿hemos visto alguna película romántica de verdad? el sexo en el cine

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La edad no protege del amor. Pero el amor protege de la edad.
_Jeanne Moreau

_El cine, maravilloso medio de la Poesía de la Vida, lleva desde sus inicios tropezando con prohibiciones y tijeras de las censuras sobre todo cuando se aborda la sexualidad humana. El primer beso filmado ya provocó iras ridículas y escandalosas en 1896, pero aún hoy es patético que haya antes un escándalo cuando se manifiesta una proximidad carnal, o una manifestación sexual que ante la vergonzosa realidad del mundo, poblada de injusticias, desigualdades económicas y sociales cada día más aberrantes, en fin, la cada vez más acusada deshumanización del mundo, por no hablar de los atentados medioambientales que son el pan embarrado de cada día. A la hora de la comida, sin ir más lejos, podemos dejarnos los ojos y el alma viendo una colección de matanzas, muertes, accidentes, agresiones y demás realidades violentas, tristes y deprimentes, cuando no degradantes, del mundo, pero bastaría con que se colara una imagen sexual para que hubiera un escándalo. Curioso, muy curioso que haya un rasero para lo violento, lo que tenga que ver con la muerte y el dolor, y otro rasero para lo amable, sensual, tierno, romántico y sexual, pues lo violento se mira sin las gafas puestas y lo sexual se mira con microscopio electrónico.
_El cine, como manifestación popular y cultural, por ejemplo, normalmente destina las manifestaciones sexuales al cine de género sexual, lo que se suele llamar pornografía, mientras que en el cine convencional al llegar el glorioso momento en que la ropa cae al suelo se pasa al fundido en negro, como si el sexo hubiera que mantenerlo escondido, como lo que todo el mundo desea pero no se habla, como lo que todo el mundo hace pero no cuenta...
_Las iras de minorías que de sexo en teoría deben saber muy poco al haberse encadenado al celibato, sin embargo son siempre encendidas ante las manifestaciones sexuales, pero debe ser que no han recordado que deben al sexo su propio nacimiento, aunque el sexo además de una puerta a la procreación ("Las alegrías fecundan", dijo Blake) es también una puerta a la trascendencia, a lo sagrado, a lo divino, que es glorioso y placentero. Y digo esto desde la parte más espiritual de mi alma, con todo el respeto posible.
_El sexo sin embargo queda en el cine sugerido o relegado casi siempre al guetto porno, por cierto de una prolífica producción que desde luego es muy significativa, y esto me parece que revela que el cine aún está tratando mayoritariamente el sexo como algo aparte de la vida o conflictivo, o como si fuera malo o algo así. Mientras en una película corriente el sexo no quede integrado naturalmente en el argumento, el cine no está retratando fielmente la vida. Las películas pornográficas, a pesar de su tono documental en realidad ¿no suelen ser las más imaginativas y menos verosímiles de todas?
_El sexo en el cine tiene que ser una extensión de la vitalidad humana, es triste que el sexo se vea relegado a un género tan denostado (pero con algunos films de interés) como el porno. La cuestión es que una película basada únicamente en el sexo puede ser interesante pero siempre será limitada dado que las motivaciones humanas son bastantes más. Yo con lo que sueño de alguna manera es con una película que aborde el sexo no como reclamo mercantilista (el sexo vende mucho y es lo que más fácilmente vende) sino de manera natural como la lógica continuación de una pasión romántica.
_En realidad pienso si hemos visto alguna vez una verdadera película romántica. Dos personas se besan, se acarician, quizá se ve alguna parte medio desnuda, y cuando esa pasión va a desbordarse, cuando van a deshacerse de toda la ropa, de las represiones sociales, cuando al fin van a aflorar toda la vitalidad y a florecer por completo... el timorato fundido en negro. Como si el sexo hubiera que esconderlo detrás de unas cortinas. No creo que una película romántica de verdad deba usar las enfatizaciones del porno, insertos, zooms, o montajes y músicas añadidas, pero creo que una verdadera película romántica llegaría a mostrar la intimidad sexual entre los enamorados, esa ternura, la complicidad, el cariño, los mimos, las caricias y los éxtasis, y sólo cuando se apagaran las luces, serenamente llegaría el fundido en negro. Y toda esa intimidad tan reveladora y romántica se mostraría en tiempo real, sin trucos de montaje, sin más música que los susurros, ronroneos y demás melodías de la entrega sexual (además mucho más estimulantes y reales), y con un movimiento nulo de cámara y objetivo, en un sereno plano fijo como quien observa sentado en una montaña la belleza del anochecer.
_Sencillamente no he visto una película así, y de alguna manera lo más parecido que vi fue una película de género sexual en la que se había hecho un esfuerzo notable por destacar la sensualidad, cierta profundidad psicológica y los sentimientos en las relaciones que se establecían, que como es natural conducían al sexo explícito pero la película desprendía un halo romántico perdurable. Por desgracia no recuerdo el título, pero aún sueño con encontrarla otra vez, y con ver una película romántica de verdad, pues de consistir el amor y el romanticismo en fundidos en negro, el romanticismo y el amor habrían muerto.
_Cineastas, sean valientes y tomen el camino natural, aunque el camino natural sea el más boicoteado de todos. Hagan películas en las que el sexo se muestre naturalmente, no solamente películas románticas almibaradas en las que el sexo siempre es sugerido o imaginado (y en la cama los amantes se tapan ridículamente) o solamente películas en las que el único sentido de la trama es la satisfacción sexual, cosa que está muy bien pero no lo es todo en la vida.
_Cineastas, la humanidad se lo agradecerá, porque seguimos dejando lo sexual en un rincón, relegado o proscrito, y de una vez por todas el sexo tiene que integrarse completamente en la vida humana, como una de sus manifestaciones más necesarias e importantes, pero no la única como enfatiza el cine sexual, y esta integración natural del cine en la vida yo siento que el cine aún no la ha emprendido, o no lo suficiente.
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20/05/2011

el cine sexual y/o el cine convencional

_El cine convencional y el cine sexual, increíblemente para mí, son como dos continentes, supongamos Europa y África, y lo digo sin desprecio alguno a ninguno de los dos continentes, sin embargo, ¿apenas los separa un estrecho, un estrecho sentido del decoro o la distancia es enorme e insalvable?.
_Quizá es un poco idealista creer que el cine sexual se integrará en la corriente principal dado que por su querencia explícita, con tanta franqueza, se granjea notables enemistades. Y también hay que pensar si el cine sexual en realidad es mejor que se quede en su lugar, sin intentar emular al cine convencional, con sus narrativas, galas de premios, certámenes... Al intentar seguir las estructuras del cine convencional, ¿se está equiparando cuando en realidad es completamente diferente?. Que igual que el cine convencional sea narrativo, intente contar una historia, ¿es una cosa buena, o por el contrario se trata de un intento de dignificación de algo en sí subversivo?. 
Si el cine sexual es digno, no necesita dignificarse externamente con el reconocimiento ajeno, pero si no lo fuera, en realidad, tampoco lo conseguiría y se trataría de un intento vano. Mi opinión, y cada cual tiene la suya, es que el cine sexual es digno mientras se trate de una representación pactada, una interpretación, o lo grabado sea honesto, en el sentido de que no se haya grabado con artimañas. La calidad y el talento, o la espectacularidad, o la vibración que pueda desprender la escena o la película puede depender de muchas cosas, pero el hecho de que se trate de un cine digno, es una cuestión aparte. 
_El cine convencional no siempre es digno, en ocasiones ha utilizado mil artimañas, y promovido mil estupideces y maldades, sin embargo, es el establecido y no se discute su status, ni se considera indigno. El cine sexual no tiene porqué intentar justificarse, ni equiparse con el convencional. Tan digno puede ser el cine sexual que se ubica en una narrativa convencional y no se queda atrás en el desarrollo sexual como el cine sexual que prescinde de toda narrativa y se basa en las escenas sexuales sin más. El cine, sea sexual, o no, no es mejor ni peor debido a contar con una gran historia o con un hilo argumental apenas intuido, el cine trasciende estas cuestiones, finalmente una  película emociona o no emociona, arrebata o no arrebata, y si lo hace triunfa, y si no lo hace pues quizá sea para otros públicos.
_De todas formas, el cine sexual tampoco tiene porqué ser un adalid de lo subversivo, en mi opinión el cine sexual puede verse tanto como subversivo como, paradójicamente, reaccionario, pues quizá lo verdaderamente subversivo sería ver el desarrollo sexual sin tapujos en el cine convencional, y el cine sexual lo que hace es ser un parche en la gran omisión del cine (y por lo general del arte) convencional. 
_Creo que se puede moderar el entusiasmo antes de creer que el cine sexual es un gran ejemplo de liberación sexual, es en parte una manera de encajonar la libertad sexual en un género aparte, en vez de integrar el sexo con total naturalidad en el cine convencional. Pocas películas, entre ellas "El imperio de los sentidos", han logrado aunar la narrativa convencional con la explicitud sexual con notable equilibrio y sinceridad. 
_La cuestión, creo, está en que nos consideramos más liberados en materia sexual de lo que verdaderamente estamos, y la prueba está en que si en una película convencional aparece alguna manifestación sexual explícita sigue habiendo escándalo y sigue siendo algo insólito, excepcional, cuando podría ser de lo más normal. 
_El cine sexual y el cine convencional, aún están cada uno en su continente, a  pesar de que ha habido puntos de encuentro, el más reciente protagonizado por Sasha Grey, que se acaba de despedir del género, tras haber rodado con Soderbergh en el cine convencional.
_Quizá algún día el cine, sexual por naturaleza, no se rasge las vestiduras ante la piel que nos cubre y las vicisitudes y delicias de nuestros diálogos de los cuerpos. 
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25/08/2010

el cine sexual ha perdido la virginidad, y bastante más

_Hace poco tuve la ocasión de leer el artículo de Richard Corliss en Time, en el que habla con nostalgia de un tiempo en el que el cine sexual era verdaderamente cine sexual. Ya no entro en la distinción entre grabar en vídeo, cine digital, o el cine en 35mm (lo que se entiende por cine), sino en que salvando las excepciones, el cine sexual se ha convertido en una unión de escenas en las que por cierto parece que no hay la diversión y la entrega de los 70, quizá por la sencilla razón de que entonces el cine sexual estaba perdiendo la virginidad, era subversivo y liberador, fresco, audaz, joven, alegre y jovial. Quizá, sencillamente, el cine sexual ha perdido la virginidad, y la inventiva por lo general, porque ya no se espera del cine sexual sino la excitación, cosa normal en el género, pero en la época dorada del género, en sus mejores muestras, el cine sexual ha mostrado el sexo como parte de las complejas relaciones humanas, a veces como expresión de complicidad, alegría de vivir, y otras como mecanismo de poder, dominio, y en las mejores obras como amalgama de las pasiones más intensas (tanto buenas como malas) del ser humano. Esa capacidad e intensidad, por lo general, parece ya abandonada, y el género sigue siendo económicamente rentable, pero ha perdido su impacto social (las salas de cine X han desaparecido casi por completo y ver cine sexual en un cine convencional es imposible, aunque en alguna ocasión se ha colado algún título en una filmoteca, como homenaje a Gerard Damiano, por ejemplo) y está al margen de los circuitos del cine convencional, en una especie de isla. Es el tipo de cine que mucha gente ve, compra, se baja, pero que nunca aparece en los medios de comunicación, un secreto a voces, como si hubiera que esconderlo.
_Es lamentable que con las décadas el género haya caído en la marginalidad, en un universo paralelo, en vez de integrarse en la corriente principal, lo que muestra la engañosa apariencia de progreso en la que estamos. La situación es que el cine sexual se produce, se ve, se compra, pero que nadie lo sepa. Nunca verán un cartel anunciando una película sexual, pero una película de pornografía de la tortura, tipo "Saw", eso sí que lo veremos, una y otra vez. Resumiendo, la violencia sigue plenamente admitida en el sistema capitalista, el sexo queda relegado a una tierra casi de nadie entre lo legal y lo clandestino. No es ilegal pero se trata como si no existiera, por lo que el carácter subversivo de la época clandestina ya no lo tiene y el carácter liberador de la época de la legalización también lo ha perdido porque ahora es una práctica habitual pero no pública.
_El cine sexual más bien ha vuelto al peep-show, las cabinas y poco más. Incluso las películas más logradas se verán realmente en un dvd o en la pantalla del ordenador, y hay que recordar que en los 70 se rodaba cine sexual, para ver en pantalla grande, en pantalla de cine, con la vivacidad de los mil y un colores que fluyen desde el proyector, en la oscuridad excitante de la sala. Todo eso se ha perdido casi por completo, y yo que no lo pude vivir, siento una nostalgia atroz de esos tiempos en los que el cine sexual era cine y era sexual, porque hoy en día el cine sexual por lo general es epidérmico, descuidado, y bastante agresivo, quizá se trata de que con el tiempo se necesitan mayores estímulos para alcanzar cierta excitación, pero creo que si algún día alguien analiza sociológicamente el cine sexual sacará conclusiones más que notables sobre la sociedad occidental, la actual y la de hace décadas. También se pueden sacar conclusiones viendo simplemente las playmates de los últimos 50 años, lo que es bastante desalentador teniendo en cuenta que debería ser de lo más erótico. Sin embargo, qué aburrimiento me llega desde cierto momento, supongo que me gusta una mujer distinta a la diseñada por cirujano estético y retocada con photoshop...
_El cine sexual ha perdido la virginidad, y bastante más, quizá por eso, y más ahora, es necesario insistir una y otra vez en que el cine sexual da para mucho más, que esto no son cosas que cuentan los mayores porque sí, ni la típica idolatría, se trata de que el género por lo general ha perdido su vitalidad, y sin duda su repercusión social y mediática. En cierto modo vamos hacia atrás, y mucho, porque si bien es verdad que la oferta nunca ha sido mayor la calidad nunca ha sido menor, y empeora. El nivel ha bajado de tal manera que hoy en día a veces es más excitante la simple grabación amateur de una pareja, que aún posee cierta frescura y naturalidad que producciones de varios millones que aburren con su artificiosidad. O a lo mejor se trata, sobre todo, de que en la época dorada del género, además de guiones, desparpajo, sentido del humor, pero también del drama, los actores y actrices no solían ser de diseño, eran gente de aspecto más bien corriente, y eso daba a las películas una calidez y cercanía que con tanta silicona y alargamientos (ustedes ya me entienden) parece en vías de extinción. Será que me aburren los estereotipos del musculoso y la supercurvas, que acaban pareciendo parodias del hombre y la mujer, en vez de hombres y mujeres de verdad. Serán de verdad pero parecen sintéticos, será lo posmoderno, pero a mí me parece más bien frío.
_Seguiré rastreando en el cine sexual de los 70, donde, incluso lo más mediocre suele estar muy por encima de lo contemporáneo. Alguien dijo que la misión del arte es devolvernos a la infancia, y la mision del cine sexual (que dicho sea de paso puede llegar a ser arte) es devolvernos a la virginidad sexual, hacernos sentir que es la primera vez. Si no lo logra, en mi opinión fracasa, carece de verdadera nocturnidad, no se adentra en la jungla ni lo sobrevuelan mariposas, ni amanece un arco-iris precedido de galaxias llenas de estrellas. El cine sexual debería ser musical y poético, arrebatado, lírico y claro que sí, lúcido y porqué no lúdico. Pero también puede ser, como Gerard Damiano mostró en más de una ocasión, psicológico y dramático, pues el sexo, lejos de ser sólo una función reproductora o una diversión, además es un mecanismo de poder, con todas las implicaciones de dominio y sumisión que esto implica, y también un lenguaje lleno de matices. Por desgracia los matices se han ido a tomar viento, y por lo general el cine sexual se ha quedado en algo que se ve lo justito y después se desconecta, y al momento se olvida, no se hace parte de nuestra sangre. En otra época, ahí están las películas para demostrarlo, había mucho más.
_Quizá la virginidad una vez perdida es difícil de recordar, pero en una ocasión tuve la oportunidad de ver, de descubrir en realidad "Behind the green door", en una proyección pública en un pub, vale que la pantalla era pequeña, la luz no era la adecuada, y las copichuelas iban y venían, pero la naturalidad con la que vimos una de las grandes obras maestras del género debió ser muy parecida a la que vivieron en 1972 quienes la vieron en un cine. Aunque aquella generación, además estaba haciendo historia. Su esfuerzo y su alegría no ha sido en vano, aunque parece que mucho se ha perdido por el camino, y no me cuesta mucho entender lo que comenta Corliss, ojalá yo hubiera estado allí. De todas formas, siempre nos quedarán los clásicos para darnos cuenta de que otro cine sexual es posible, fue posible y hay pruebas, y en este blog de cine hay algunas pistas que les invito a seguir. A fin de cuentas, este blog es de cine, y el sexo más bien le interesa a casi todo el mundo (lo del "casi" quizá por si acaso alguien está de vuelta de todo...) así que para mí es de lo más natural que el cine sexual pueda interesar tanto a hombres como a mujeres. Sin embargo, como el cine sexual actual es tan... y el género está tan marginado, la mayoría jamás verá más allá de cuatro (o cuatrocientos) títulos lamentables, y eso es como si en vez de leer las obras maestras de la literatura no hubiéramos leído más que el bluff superventas, best-sellers de temporada.
_No me cansaré de insistir en que el cine sexual no es que sea tan sólo un género tan digno de respeto como cualquier otro (y con similitudes con el musical) sino que además existen títulos de notable calidad que una vez vistos no olvidarán en su vida, porque aportan cosas valiosas, y no sólo entretenimiento y excitación pasajera.
_Sinceramente, una vez tuve que dejar de ver la película "Legend of Lady blue", de lo dolorosa que me resultó, pues empieza muy romántica pero luego la cosa se tuerce. El cine sexual en realidad puede explorar las facetas eludidas del amor en el cine convencional. La dimensión sexual del amor, que el cine convencional no refleja, o apenas. El verdadero cine romántico quizá se ha realizado más en el cine sexual que en el cine convencional, y una obra poco convencional pero nada pornográfica según Lacan como "El imperio de los sentidos" increíblemente (han pasado décadas) todavía queda como un modelo en el que mirarse. Y desde entonces...
_En fin, no se conformen con lo supuestamente moderno, posmoderno, y actual, el cine sexual  empezó antes y llegó mucho más lejos, están invitad@s a adentrarse en el cine sexual que les devolverá la virginidad, para perderla gozosamente poco después.
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29/7/10


erosexy en el cine

El erotismo y el sexo en el cine, darían, han dado y darán para libros enteros, y enciclopedias... pero este amateur no aspira a tanto, pero me ronda desde hace tiempo que no estaría mal, en estos tiempos cibernéticos, hacer pelín de historia de algunas de las muestras más importantes del erotismo y el sexo en el cine. Para empezar, la diferencia entre erotismo y sexo no existe, y lo que llamo cine sexual (la mayoría "hardcore" o "porno") estudiosos mil no se han puesto de acuerdo, ni se pondrán. Yo tampoco, sinceramente creo que a veces depende del contexto, una persona completamente vestida con los labios húmedos, o una mirada tórrida puede ser bastante más sexual que alguien sin ropa alguna y en "trance erótico", curiosa expresión...
El cine, arte vampírico, poético, sensual y sexual sin parangón (¡qué fuerte ha quedado esto, pero es verdad!) tiene un componente tan voyeurista, vamos, que somos unos mirones todos y todas, que llevado al extremo se llegaría al puro cine sexual, máxima expresión del voyeurismo, y dada la especial constitución masculina y femenina, un género de lo más lógico. Aclaro esto, los hombres por lo general estamos dotados (no de lo que piensan, que de eso también) de una capacidad de visión muy desarrollada para la anatomía femenina, por decirlo de una manera entre sutil y autoirónica, y por otra parte, ¿saben el chiste de la mujer que se acerca al guardia a denunciar a un hombre?. El guardia le pregunta, ¿qué le ha mirado mal ese hombre?. La mujer le dice que ¡no la ha mirado!. Resumiendo, el mundo es perfecto, hombres mirones y mujeres vanidosas, todo maravillosamente complementario, ¡y que dure!. Siguiendo esta línea, incluso el cine sexual es de lo más lógico y natural, hombres (por lo general pero cada vez más mujeres) mirando y sobre todo mujeres enseñando, para mí es tan natural que se cae de su peso. Aunque también hay que decir que no todos los hombres disfrutan del cine sexual (y no me extraña, porque hay una inmensa mayoría aburrido y deplorable, pero yo defiendo lo que me parece elevado, y aún más si está menospreciado) ni todas la mujeres son dadas al exhibicionismo, o franqueza, frescura o algo por el estilo. Me encanta la respuesta de Lina Romay en una entrevista: "Mira, que os quede claro que yo sólo me visto si lo exige el guión". Mis aplausos y reverencias, eso es acabar con esa ablación de feminismo recalcitrante que considera que la pornografía es degradante para la mujer, como si todas la mujeres fueran iguales, qué aburrido sería.
Tampoco es que yo defienda un tipo de mujer, sólo digo que existe este tipo de mujer, y no es escaso, y cierto feminismo reaccionario lo intenta negar.
A mí las cosas del sexo, según sople el aire me cogen bastante liberal o bastante tímido, así de golpe, porque por una parte creo que el sexo es algo que puede ser maravilloso y expresa la alegría de la vida como pocas cosas más, o quizá ninguna, pero también sé que el sexo puede ser dramático y puramente animal, frío o triste, como Gerard Damiano expresó en algunas de sus obras maestras del cine sexual (El diablo en la Srta. Jones, Memories within Miss Aggie) por lo que me resulta difícil encarar algo tan importante y a la vez tan íntimo. Quizá abordar el sexo con mucha seriedad sea hacerlo más científico que menos y quitarle su gracia y desparpajo, quizá hacer del sexo una cosa como transgresora tampoco sea del todo cierto pues el sexo es lo más natural del mundo y lo de la transgresión por la transgresión me aburre un montón. Además el sexo en el fondo tiene algo más, inexpresable, espiritual además de placentero, algo cósmico, místico, que rara vez se expresa en las manifestaciones literarias o cinematográficas, y esta parte trascendental la echo a faltar casi siempre.
Así que al final me planteo si en la sociedad hipersexualizada, pero por lo mediocre, contemporánea, enarbolar la bandera del cine sexual o del erotismo acaba siendo más beneficioso que otra cosa, o hay que matizar mucho las cosas, que creo que es lo que estoy haciendo.
También me sucede que en el fondo, aunque uno tiene ojos (y bastante atentos...) en el fondo le doy bastante la razón a quien dijo que el cine sexual es "un cuento de hadas para adultos". Sí, algo de eso hay, es casi siempre una fantasía con insertos documentales, aunque por otra parte en ocasiones debe ser menos fantasía de lo que nos creemos, ya se sabe que la realidad supera a la ficción. Y otra cosa más, en el fondo uno puede ser pelín pillín (¡y quién no!) pero en el fondo lo de los sueños románticos, en fin, eso también... El sexo por el sexo, como el arte por el arte, puede estar muy bien, pero al final, o al principio, está el amor, que es erotismo, que es sexo, y que es hasta la madre del invento, por bromear un poco con algo que puede ser bastante doloroso, y en lo que se compromete todo el corazón de una persona. No confundir amor con amoríos, aunque nunca me ha parecido mal lo de ir de flor en flor, siempre que se aborden las relaciones con sinceridad.
Disculpen si esto me ha quedado confuso, ¡es que estoy confuso, y supongo que escribo para aclararme un poco!. Tengo ideas claras con estas cosas, pero también una dudas tremendas sobre cómo enfocarlas, así que si me he pasado hasta ahora, hacia el lado superficial o ligero de ciertas expresiones sexuales, o por otro lado he sido demasiado serio por el lado de historiar el asunto, espero mejorar porque el tema del sexo en el cine me parece de los más importantes y peor tratados por lo general. En cualquier caso, el cine seguirá siendo profundamente erótico, y expresando, mejor o peor, las muchas caras de la sexualidad humana. A mí me gustaría hacer un zoom muy grande a las que me parecen más alegres y profundas, que existen y a menudo son despreciadas por su franqueza, aunque también es necesario expresar otras facetas menos amables del sexo, aunque no me siento afín a ciertas manifestaciones sexuales, esto del sexo es delicado, en cuanto lo abordas corres el riesgo de que te traten de pervertidillo o de frívolo, y la verdad es que yo ni una cosa ni la otra, más bien me siento liberal en estas cosas, sobre todo tras haber padecido a curas y monjas, quizá eso explica algunas cosas...  Aunque creo que entre el cerrilismo católico dominante (hay católicos más comprensivos y moderados) y el libertinaje moderno hay algún punto medio al que quiero llegar, y desde luego es lo que intento expresar, aunque el sexo es más un torrente que una cosa racional y sensata. Pura locura de vivir, pero reflexionar un poco tampoco creo que sea malo, sin cerebralismo. De alguna manera veo mucha superficialidad por una parte y mucho cerrilismo por otra parte, y entiendo que el sexo tiene por igual un aliento luminoso y placentero como una dimensión reproductora, ambas cosas, y una no quita la otra. Quizá por lo general el cine sexual expresa la primera y ciertas religiones se quedan sólo en la segunda, y yo ¡¡¡creo en las dos!!!.
Continuaré quizá, con Russ Meyer, Joseph W. Sarno, Radley Metzger, Alex de Renzy y Gerard Damiano, sobre todo, que representan probablemente los artífices más destacados del erosexy de los 50, 60 y 70, o sea los padres del invento y sus mejores exponentes, cada cual en su territorio. Al menos son los más interesantes para mí, aunque escogiendo entre sus trabajos. Y los hermanos Mitchell de "Tras la puerta verde", de ahí al supuesto "porno para mujeres", y encontrar "Garganta profunda" online y en stagevu, lo que ha llovido y cambiado el mundo, pero el sexo seguramente no ha cambiado apenas, seguimos rastros y seguimos volando en las alas del deseo. Quizá desde "A history of the blue movie", del maestro Alex de Renzy, no hay tanto más sino más bruto, en la lógica y triste necesidad de aumentar los estímulos. Quizá por eso, con los años, sobre todo el cine sexual parece haber perdido su inocencia y frescura y cada vez me aburre más, sigo buscando las pelis viejas en las que las mujeres son pre-silicona, pre-cirugía estética en general y los tipos tampoco son de gimnasio, será real pero me parece tan artificial...
Bueno, en este mismo blog hay un rinconcito con pioneros del cine sexual, es cortito y no aparece Russ Meyer, pero a él debe bastante el erosexy cinamatográfico. Lo de "erosexy", que no sé qué tal suena, en fin, es que para mí va todo junto, el erotismo, el sexo, lo sexy, y el colmo de todo quizá sea Rita Hayworth en "Gilda". Más con menos quizá es imposible. Sin olvidar a la picarona Betty Page, y a la no menos encantadora Betty Boop.
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http://stagevu.com/user/miaku  rincón de cine en stagevu
http://stagevu.com/channel/103571  erosexy
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16/7/10


mujeres y cine sexual, una pareja cada vez más estable

_Aunque se habla a veces de que las comedias románticas son el cine sexual de la mujeres, la verdad es que las últimas estadísticas revelan porcentajes cada vez mayores de mujeres que ven cine sexual, incluso se viene hablando ya desde hace un tiempo de "porno para mujeres", una etiqueta más mercadotécnica que otra cosa pues he visto cine sexual del supuestamente para hombres que no se diferencia en nada, excepto que ha sido dirigido por un hombre. Me gusta mucho, a este respecto, lo que Susana Moo propone en su erotómana, recibe relatos eróticos y se trata de adivinar si los ha escrito un hombre o una mujer. Como es natural, si están bien escritos nadie notará la diferencia, en realidad, ¿creemos que todos los hombres somos iguales o todas las mujeres son iguales?. Mayor generalización boba no sé si he oído en mi vida, la experiencia demuestra lo contrario, por ejemplo que hay mujeres que sobre todo piensan en el sexo y hombres que sobre todo piensan en el amor, aunque se supone que los hombres sólo pensamos en el sexo y las mujeres sólo piensan en el amor, pero de ser así no habríamos nacido. La verdad está más bien en que todos pensamos en el sexo y la mayoría en el amor, y lo de ser hombre o mujer, al final, se nace hombre o mujer, y ya está.
_Me hace sonreír cómo, en parte por educación y en parte por creerse superiores a los hombres, las mujeres primero decían que no les interesaba el erotismo literario, luego que no les interesaba el erotismo cinematográfico, luego era que si el cine sexual tampoco que era más sutil el erótico, y ahora resulta que al menos la tercera parte del tráfico de contenido sexual de internet lo consultan mujeres, debe ser que todas están documentándose, como el autor de este blog, claro. Hay estadísticas por franjas de edad que sitúan el consumo de cine sexual entre mujeres jóvenes en más del 80%, o sea práctica generalizada. Otras estadísticas hablan en torno al 60% a nivel general, y desde luego algo de esto hay, incluso una conocida web de vídeos sexuales ha cambiado su eslogan, y ha añadido una clara referencia al público femenino.  Antes, cuando había que ir a un cine, o al video-club, pues siempre estaba la cosa del qué dirán, me ha visto tal, ¿qué van a pensar de mí?. Sin embargo, con el anonimato de la red, resulta que incluso hay un público lésbico aficionado a las películas gays, lo han leído bien. La sexualidad humana es para estudiarla y no acabar de sorprenderse jamás. Cosas del sexo. A mí me parece genial, por otra parte, esto de que se hable de porno para mujeres, aunque insisto que no hay un sólo tipo de mujer y un sólo tipo de hombre (en ese caso habrían sólo dos tipos de películas sexuales, para hombres y para mujeres, y la verdad es que hay muchísimos tipos de películas sexuales) porque por fin se está rompiendo la hipocresía al respecto. Sí, las mujeres tienen ojos (no son sólo un corazón) y sí, tienen una líbido (no son sólo corazón) y sí, les gusta ver hombres desnudos haciendo cosas sexuales (con un pretexto argumental o sin pretexto argumental). Así que, por fin, hemos llegado todos a la conclusión que ya sabíamos, que el sexo nos interesa a todos, a los hombres y a las mujeres. Al menos cada vez se miente menos en esto. Aunque sobre el cine sexual para mujeres, hay bastante snobismo al respecto, queda mejor decir que ves algo de Candida Royalle o de la Lust (de Roberta Findlay, la pionera del cine sexual dirigido por mujeres, no se suele hablar, y eso que "Angel nº 9" carga contra el machismo con mucho acierto) que de alguien sin nombre entre el feminismo, aunque luego, a la hora de la la verdad, no hay tanta diferencia con cine sexual de primer nivel dirigido por hombres. Quizá, a la larga, el cine sexual dirigido por mujeres pueda ser una puerta de entrada para las mujeres algo reacias al género (como lo ha dirigido una mujer lo sienten más cercano) pero dudo que se queden ahí la mayoría, creo que las mujeres por lo general son tan eróticas como abiertamente sexuales, y el cine sexual dirigido por mujeres a veces parece algo más enfocado hacia el erotismo y la ambientación, aunque he visto cine sexual dirigido por hombres similar. Quizá hay quien cae en la tontería de mirar si una película la ha dirigido un hombre o una mujer (y los pseudónimos podrían también confundir en la identidad sexual), creyendo que la sensibilidad masculina y la sensibilidad femenina son completamente distintas, y lo que es distinto es la sensibilidad de cada persona, en realidad hay directoras de cine sexual tan poco sensibles como la brutal Lizzy Borden, así que el ser hombre o mujer no otorga mayor ni mejor, ni distinta sensibilidad, cada cual tiene una sensibilidad, y eso está más allá del sexo con el que se nace o de la inclinación sexual.
_Afortunadamente el sexo ya parece algo más aceptado como algo natural, tanto para hombres como para mujeres, y poco a poco las mujeres van reconociendo que el cine sexual les hace algo más que cosquillas, que el cine erótico escamotea lo que quieren ver, que como es natural sólo lo muestra el cine sexual.
_Hay que añadir que adulando a la vanidad femenina se ha llegado a publicar un libro que guía a la chica inteligente (ya dije que adulando) hacia el cine sexual, y me pregunto yo si es que después del techno inteligente ahora saldrá la etiqueta de cine sexual filosófico o algo así, menudo muermo sería. Sinceramente, si quiero reflexionar sobre el sexo, leo "El erotismo" de Georges Bataille. Un cine sexual tipo film-ensayo, eso ¡habría que verlo!, aunque habría quien lo llamaría masturbación mental, y con acierto. Aunque se dice que el mayor órgano sexual es el cerebro, es media verdad, el cine sexual contradice esta media verdad, y por otra parte hay algo que el cine sexual no puede expresar y en mi opinión es gran parte del hechizo que late en el erotismo, y estoy hablando del olor, el olor de cada parte del cuerpo, el olor no sólo del sexo, sino del propio sudor, quizá esto es lo más sensual y erótico de todo, pero ¿cómo expresarlo en el cine sexual?. El cine no puede expresar los aromas y perfumes del deseo, ni los del placer. Y mejor así, nos queda siempre la imaginación y sobre todo la realidad, en 3D, en el contacto real, directo, del diálogo de los cuerpos.
_Por otra parte, sociológicamente la popularidad del cine sexual plantea cuestiones interesantes: si existe tal cantidad de cine sexual, y de consumo de cine sexual, tanto por hombres como por mujeres, ¿no será por una carencia de verdadero sexo real, en persona?. Quizá tanto el sexo pagado como el cine sexual hacen un bien a la sociedad, cada vez más fría y aséptica en la que vivimos, y no son parte del problema, ni tampoco son milagros, pero por otra parte, el cine sexual es un placer en sí mismo, no sólo se hace cargo de las carencias y frustraciones sexuales de (bastante) parte de la población. Pero no escurramos el bulto, algo significa el hecho de que cada vez el cine sexual sea más popular y se empiece a ver a edad más temprana, no sé qué opinar sobre esto último, pero es un hecho. ¿Somos una sociedad hipersexualizada, o es justo lo contrario?. ¿El sexo se está esterilizando desde la aparición del SIDA?. Da la sensación de que sí, ahora incluso en el cine sexual se estila la depilación infantilizadora, todo tan esterilizado que parece plástico. En fin, me vuelvo al cine sexual de los 70, con mujeres menos de diseño y homologables, menos silicona, y más naturalidad. Mujeres, para mí, más reales. Quizá por eso, porque el cine sexual está desconectándose de la realidad, el cine sexual casero, amateur, cada vez gana más terreno, y es que dónde va a parar la naturalidad y la calidez de algunas grabaciones de poca calidad pero con mucho sentimiento, incluso en ocasiones se puede hablar de "porno romántico" (según dicen esto es una contradicción, pero a mí me parece posible) porque se trata de verdaderas parejas en la vida real. ¿Y si éste fuera el verdadero cine sexual para mujeres, el de mujeres teniendo sexo con sus verdaderas parejas?. Quizá sea una posibilidad, aunque habrá mujeres que encontrarán más excitante la idealización, la transgresión por zafia que sea o los estereotipos curvilíneos y musculados de la mujer y el hombre tipo del cine sexual habitual. Estoy convencido de que no existe un cine sexual para mujeres, ni un cine sexual para hombres, sino que existen docenas de tipos de cine sexual, y cada cual acaba encontrando el que le atrae, o se siente atraído por varios estilos de cine sexual, y esto más allá del hecho de ser hombre o mujer, que se trata de una cuestión de sensibilidad, y cada cual tiene la suya. La mía debe ser de otra época, porque cuando me documento sobre el cine sexual de los últimos tiempos casi siempre tengo que hacer uso del avance rápido, y no en las escenas narrativas, ¡sino en las sexuales!.
_En fin, volviendo al asunto, parece que el lado positivo de todo esto es que las mujeres y el cine sexual cada vez son una pareja más estable, aunque supongo que abierta a todo tipo de posibilidades libidinosas. Nada raro, ya habló el poeta (Baudelaire) de "las hembras del placer", y también de "los dedos traviesos".


NOTA (25/7/2014)
Quizá sea pertinente una rectificación en los datos, tras la publicación del primer enlace, basada en el libro "A billion wicked thoughts" por Ogi Ogas y Sai Gaddam, según estos datos la mayoría de las mujeres no se interesan por el porno, ni convencional ni "female friendly" ni por el estilo, y de esta minoría, entre el 8 o el 20%, según llegan a estimar, la mayoría prefiere por abrumadora mayoría el cine sexual convencional, no el muy cacareado pero parece que poco popular "porno para mujeres". Los datos que ofrecí estaban basados en estimaciones de hace años en diversas fuentes, y parece que exageraban el consumo de cine sexual entre las mujeres, o estos nuevos datos los minimizan. En cualquier caso, ante la duda, dejo más enlaces.
http://www.psychologytoday.com/blog/billion-wicked-thoughts/201401/what-kind-porn-do-women-the-most 
https://za.celebrity.yahoo.com/news/more-women-watch-porn-ever-180816461.html
http://www.examiner.com/article/more-women-are-watching-porn
http://kinseyconfidential.org/qa-women-and-pornography/

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8/2/10


algunas carantoñas eróticas entre la literatura y el cine

_Algunas películas se basan en obras teatrales y/o literarias libidinosamente lubricadas, como por ejemplo "Baby doll" (1956) y "Lolita" (1962 y 1997). Basada en una obra del apasionado Tennessee Williams, Baby doll fue dirigida por Elia Kazan y tiene algún parentesco, quizá incestuoso, con la Lolita de Navokov llevada al cine por Kubrick, y décadas más tarde por Adrian Lyne, quizá algo mejor que el propio Kubrick, pero sin alcanzar altas cotas, dicho sea de paso. "Baby doll", sin embargo, es una película que arde, incendiaria, abordando la mezcla irresistible de ingenuidad y crueldad de las comúnmente llamadas lolitas. Mientras las adaptaciones de Lolita pecan de autor y muestran los defectos de Kubrick y Lyne, en "Baby doll" el gran director y delator que fue Kazan saca todo su jugo a una historia recorrida por una volcánica intensidad erótica.
_Más lascivia muestra todavía el impenitente erotómano polaco Walerian Borowczyk en "Cuentos inmorales" (1974) adaptando cuatro relatos de André Pieyre de Mandiargues, aunque lascivia de autor, en cuatro piezas que desbordan placeres con gran refinamiento visual, una ambientación preciosista, cuidando cada detalle con amoroso mimo erótico. En "La bestia" (1975), el director da un paso más allá al adaptar la antigua leyenda francesa La veritable histoire de la Bête de Gévaudan, en la que su refinamiento y preciosismo no se vuelven pacatos ante la sexualidad manifiesta de la bestia, que todos llevamos dentro según sugiere el director. Una película más explícita que tanto puede verse como una de las mayores muestras del visceral y animal impulso erótico que nos recorre como por el contrario una grosera manera de apelar a los instintos más primarios con una coartada simbólica. En cualquier caso una adaptación literaria plagada de pulsiones sexuales.
_Tampoco hay que olvidarse de un par de películas de Pasolini, "Las mil y una noches" (1974), y "Saló y los 120 días de Sodoma" (1975), basadas en el clásico de la literatura árabe y, en parte, en Sade, respectivamente, y que son la cara y la cruz de la sexualidad, su lado más luminoso en la primera y en la segunda su lado más siniestro. Quizá no puede haber dos películas más distintas entre sí, como ya anuncian sus fuentes literarias. En especial la segunda es una de las películas más polémicas de la historia del cine, no apta para todos los públicos y quizá para casi ningún público, y con implicaciones políticas evidentes pero quizá la simbología político-sexual que estableció Pasolini fuera excesivamente repugnante para lograr transmitir algún mensaje efectivo contra capitalismos, fascismos y demás tiranías. Añadir que "Las mil y una noches" culmina la Trilogía de la Vida de Pasolini junto con "El decamerón" (1971) y "Los cuentos de Canterbury" (1972), y que el clásico de la literatura tuvo una estimable adaptación al cine sexual titulada "Las 1001 noches eróticas de Scherezade" (1979) dirigida por Stephen Lukas, estrenada en España con el retraso habitual ¡de cuatro años! en versión S, sin escenas explícitas, lo que por lo que he visto es una desgracia.
_Continuando con este rápido repaso, comentar las adaptaciones que Just Jaeckin hizo de "Emmanuelle" (1974) y poco después con "Historia de O" (1975). La primera, obra de Emmanuelle Arsan, es el clásico del cine erótico e inició una franquicia e imitaciones mil, convirtiendo el erotismo en algo chic y de buen tono gracias a una ambientación, fotografía y música sensual, sofisticada, refinada, tal es su truco, pues sin tratarse de una gran película tuvo la habilidad de pulsar las teclas que la mayoría quería escuchar, y en el momento oportuno. Fenómeno sociológico y sin duda parte ya del inconsciente colectivo, su éxito animó a Jaeckin a emprender con "Historia de O" la adaptación de la novela de Pauline Réage, con lo que el sadomasoquismo más chic se hizo visible y creó cierta estética de sumisión-dominación light. Hay que añadir que a partir de la misma novela, el maestro del cine sexual Gerard Damiano filmó con "Historia de Joanna" (1975) una de las obras maestras del género, y que muchos expertos consideran que una de las mejores películas sobre sadomaso es "The image /The punishment of Anne" (1976), dirigida por Radley Metzger (conocido en el cine sexual como Henry Paris), basada en la novela de Jean de Berg, en realidad Catherine Robbe-Grillet, autoridad mundial en BDSM y esposa de Alain Robbe-Grillet, director de "Deslizamientos progresivos del placer" (1973), una ensoñación sadomasoquista con guión del propio director, escritor clave del nouveau roman francés.
_Sin olvidar la pasión erótica que recorre la filmografía de Buñuel (desde "Un perro andaluz", "La edad de oro", "Simón del desierto" a "Ese oscuro objeto del deseo"), que merecería libros enteros, voy a hacer un zoom al valiosísimo director francés Louis Malle, a través de "Los amantes" (1958), "La pequeña" (1978) y "Herida" (1992). "Los amantes" se basa en Point de lendemain, una novela de Dominique Vivant, y se alza como una de las obras maestras de su autor, que da forma a una revolucionaria y natural historia de amor rodada con gusto, elegancia y abriendo caminos cinematográficos que pocos han sabido seguir con la entidad del propio Malle. En "La pequeña", el francés se basa en la obra teatral de Polly Platt y se adentra con maestría en un burdel, mostrando con naturalidad, tacto y elegancia a una Brooke Shields de trece años, por lo que hay que ser un genio para lograr una película tan luminosa y alegre sin herir sensibilidades. Y Malle demuestra que lo es. Y por último, "Herida" se basa en la novela de Josephine Hart, y es otra obra maestra de Malle, en la que la atracción sexual y la pasión amorosa, incluso la delicada y furiosa flor del romanticismo aflora con una maestría sólo al alcance de los más grandes. Apenas son tres títulos, ¡pero qué títulos!, en una magistral filmografía en la que tampoco se queda atrás "Un soplo en el corazón" (1970), en la que ilumina el tabú del amor familiar con una alegría de vivir que suele echarse en falta en el cine en general y en el sexual actual, aunque es cierto que el cine sexual abordó este tema en la trilogía "Taboo 1-3" (1980-84), dirigidas con bastante éxito por Kirdy Stevens.
_Y por último, sin agotar desde luego este tema, citar a otro cineasta cuyo erotismo recorre una filmografía más que interesante, Roman Polanski, y en especial su "Lunas de hiel" (1992), que adapta la novela de Pascal Bruckner consiguiendo una película magistral, de una intensidad erótica que recorre prácticamente el abecedario entero, adentrándose en una relación que atraviesa considerables cimas y abismos con la voracidad y la velocidad de la pasión erótica.
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3/1/2010

romanticismo, erotismo y pornografía: ¡que caigan los muros!

_Abordar el sexo en el cine suele ser complicado. Se habla de cine erótico, se habla de cine pornográfico (a mí me gusta llamarlo cine sexual) y en el fondo el cine erótico y el cine pornográfico son cine sexual, sugerido, entrevisto o mostrado del todo, y se alza como el fuego que calienta la película. Ahora bien ¿qué es cine erótico? ¿qué es cine pornográfico?.
_No sé si es muy simple decir que el cine erótico sugiere y el cine sexual muestra, o el cine sexual continúa allí donde se detiene el cine erótico. Para liar más la cuestión hay títulos considerados eróticos que incluyen escenas sexuales explícitas (lo que se considera porno), así que la cosa no es tan simple pero por lo general el cine erótico se orienta a un público más amplio (y a una taquilla mayor) por lo que sugiere más que muestra, y así no cae en calificaciones de pornográfico, con la marginación que esto conlleva. Recordar que apenas existen cines en los que se proyecte cine pornográfico, ya hace décadas que pasó la edad dorada del cine sexual (mediados de los 70) en la que las películas se estrenaban en salas convencionales.
_Quizá es cuestión de gusto si el cine erótico es más refinado que el sexual dado que existen cineastas que abordan las películas sexuales con una concepción estética muy cuidada e incluso refinada, y se habla, con acierto, de porno chic. O quizá el cine erótico es superior al sexual por sugerir sin llegar a mostrar, o al contrario el cine erótico no se atreve a mostrar como sí hace el cine sexual. Cuestiones que no sé del todo si tienen una respuesta clara. En realidad hace años que me pregunto si de verdad hemos visto películas románticas, pues parece que una película romántica no puede sino sugerir el sexo y una película sexual rara vez se ocupa del amor, pero las dos cosas son posibles, y necesarias.
_Conviene, de todas formas, advertir del abuso efectista que se suele hacer del desnudo y el sexo para hacer rentables películas malas hasta decir basta. Lo mismo ocurre con la violencia, aunque si me dan a elegir entre la violencia gratuita y el sexo gratuito, ¿qué quieren que les diga?, me inclino por lo segundo. Lo que sucede es que me parece que hay una gran hipocresía en las cuestiones sexuales, se muestran desnudos efectistas con evidentes motivaciones taquilleras y onanistas (la masturbación, por otra parte, está muy bien) pero cuando la pareja está encaminándose al sexo compartido, ¡¡¡fundido en negro!!!. ¿Por eso existe el cine sexual?. El cine sexual sigue donde se queda el cine convencional y hace un zoom a las elipsis sexuales, y de ese zoom a lo no mostrado crea su espacio en el cine, casi siempre despreciado pero muy necesario si observamos las cifras que se mueven en el cine sexual. Aunque de todas formas primero fue el cine sexual y luego fue el cine erótico, pues antes se realizaron películas sexuales que eróticas, el problema siempre estuvo, está y estará en la distribución del material sexual. En España, se vio antes cine sexual en el Palacio Real que en los cines... por poner un ejemplo. El cine sexual ha sido clandestino durante mucho tiempo, y aún hay lugares del planeta en el que el cine sexual es ilegal. Pero se sigue realizando y viendo.
_Hace poco vi "Cinema paradiso", y si la recuerdan a cada beso que se daban en pantalla el cura local tocaba la campanilla y se eliminaba la escena. Al proyectar la película el público se quejaba de que nunca veían el beso. Pues lo mismo sucede con el sexo, del cual venimos si bien recuerdo...
_En las películas convencionales el sexo se sugiere en vez de mostrarse con naturalidad, sin llegar al montaje e insertos del cine pornográfico. Salvo algunas excepciones, aún suena la campana y la autocensura cinematográfica lo resuelve todo con un fundido en negro.
_Quizá ya sería hora de que una película sea tan erótica como pornográfica, sin caer en mojigaterías edulcoradas ni en exhibicionismos efectistas. Quiero decir que existe cierto erotismo lleno de velos, pacato, light, de diseño, que me parece de lo más frío y aburrido, milimetrado, superficial e incluso cobarde y barato, pero económicamente de lo más rentable por lo visto, mientras que también existe un cine sexual burdo, zafio, de lo más vulgar y superficial y barato y más cosas... En los dos casos me da la impresión de que se recurre a lo más efectista y al camino más fácil, sin talento, calidez y creatividad.
_Un cine que aborde el sexo con talento, calidez y creatividad es raro de encontrar, y puesto que sucede con el cine en general también sucede con el cine erótico, el cine sexual y el cine en el que se añaden escenas de sexo, que es el más común. Y sin embargo es una alegría encontrarse con películas como "El imperio de los sentidos" o recientemente "Shortbus", que abordan el sexo con franqueza y valentía, saliéndose de los márgenes, cánones y cajones al uso. Películas que son la caída del supuesto muro que separa amor, pasión y sexo, romanticismo, erotismo y pornografía. Magníficas muestras de cómo expresar la vitalidad sexual, su complejidad, arrebato y alegría.
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http://cineoriginal.blogspot.com.es/search/label/cine%20sexual

http://cinemiaku.blogspot.com.es/2009/10/los-generos-cinematograficos-y-el-sexo.html
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