el cine que devuelve la virginidad para, gozosamente, perderla poco después

24.11.14

bondades del cine sexual, el autoerotismo, diferencias entre las actrices porno y el resto de mujeres, y además "40 razones por las que las putas son mis heroínas", por Annie Sprinkle, "Las siete lecciones sobre el amor de la sexóloga más veterana del mundo", "La masturbación no es un acto solitario", por J.A. Jáuregui, y la monogamia o la promiscuidad.



Como el cinevirginal, el cine erótico y el cine sexual siempre han estado en la picota, despreciados, ninguneados e injuriados, es agradable y hasta divertido encontrarse artículos en la prensa, o en los libros, que más bien encuentran bondades, oportunidades, hallazgos y demás maravillas tanto en el cine erótico y en el cine sexual como en su aledaño compañero de cama el autoerotismo, además coronado con, por fin, la constatación, ya era hora, de que realmente, por lo general, a las actrices porno no las han maltratado sexualmente sino que, en pocas palabras, les gusta, les interesa, y disfrutan más del sexo que la mayoría de las mujeres, además de ser pelín más exhibicionistas (y tener no poca motivación pecunaria al respecto) que la mayoría de las mujeres. Por otra parte, reivindicando una vez más a Annie Sprinkle también copio y pego su apología pormenorizada de la prostitución femenina, y un artículo sobre la clientela, más o menos habitual. Ahí van los textos, y los enlaces de los que proceden. Más unas palabras sobre algún que otro peligro o desilusión poco comentado, tanto de la prostitución como del cine sexual o cibernético y unas interesantes observaciones de una sexóloga centenaria...

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MITO Y REALIDAD



Las principales diferencias entre las actrices porno y el resto de mujeres


Iván Gil  - 04/09/2014

Ni son fruto de un trauma infantil, ni del abuso sexual o, mucho menos, de una patología psíquica relacionada con el sexo. Las protagonistas de las películas pornográficas sólo cuentan con una característica común que las diferencia del resto de mujeres: disfrutan más de las relaciones sexuales. Esta es una de las conclusiones que pueden extraerse del mayor estudio realizado hasta la fecha con actrices porno profesionales. La investigación, publicada por un grupo de psicólogas de la Universidad de Texas en el Journal of Sex Research, fue llevada a cabo gracias a la colaboración de una clínica pionera en la prevención de ETS entre profesionales del sexo. Cerca de 200 actrices participaron en el estudio.

Uno de los principales mitos que derrumba la investigación es la tan recurrente explicación de que las profesionales del porno son víctimas de un abuso sexual en su niñez o adolescencia. Al comparar el porcentaje de aquellas que sufrieron algún tipo de abuso no se encontraron diferencias significativas con las cifras reportadas por el grupo de control.


Bien es cierto que no son pocas las actrices que han fomentado este mito, reconociendo en sus autobiografías que habían sido influidas por traumáticas experiencias sexuales (como Shelley Lubben, Jenna Jameson y Traci Lords), pero a la luz de las estadísticas se trata de casos aislados. Como concluyen las autoras, “la incidencia del abuso sexual durante la infancia entre las actrices porno se encuentra en el mismo rango promedio que el de la población en general”.

Hipersexualidad femenina, la clave
Las principales razones que llevan a estas mujeres a decantarse por el porno tienen que ver con su afán por ganar dinero, disponer de horarios flexibles y alimentar su ego un tanto narcisista, pues suele gustarles el exhibicionismo. Unas conductas no demasiado alejadas de las del resto de la sociedad, en líneas generales. Eso sí, exceptuando que disfrutan del sexo más que la media.

La lectura del estudio aportada por el sexólogo Michael Castleman es que la mayoría de estas mujeres podrían ser hipersexuales. Una suerte de adicción al sexo que, según un estudio publicado en el Journal of Sexual Medicine, afecta a tres de cada cien mujeres. Sin embargo, Castleman rehúye de calificar la hipersexualidad femenina como una adicción, y se limita a destacar que simplemente son personas capaces de obtener una mayor satisfacción sexual que la media. De hecho, a la hora de analizar la hipersexualidad, el primer problema con el que se encuentran los investigadores es la propia definición del término.

¿En cuestión de actividad sexual qué es lo normal y qué lo patológico? ¿Cómo se establece la frontera a partir de la cual se sobrepasan dichos límites? En realidad, se trata de una cuestión personal, sobre la que no se puede generalizar, ni siquiera en lo referente a los efectos psicológicos que puede ocasionar. Sin embargo, lo que sí está claro para los psicólogos es que cuando el sexo nos maneja a nosotros, y no al revés, nos encontramos ante un problema. Una duda que las autoras del estudio han dejado sin resolver.

Diferentes hitos biográficos
Lo que sí han resuelto las psicólogas, y este es el segundo mito que desmonta la investigación, es que entre las actrices porno no se reportan problemas de salud mental más elevados que el resto de población. Una vez más, la única diferencia psicológica tiene que ver con el deseo sexual, lo que sí se explicita en diferentes hitos biográficos:
-Su primera relación sexual se produce a los 16 años. En cambio, las participantes en el grupo de control perdieron su virginidad, de media, un año más tarde.
-Tienen una media de 9,6 parejas a lo largo de su vida. En el grupo de control esta cantidad se reduce a 1,5.
-Mantienen relaciones sexuales (fuera de cámara) con una media de 74,8 personas diferentes. Para el grupo de control, el número de personas diferentes con el que se han acostado es de 5,2.
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http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2014-09-04/las-principales-diferencias-entre-las-actrices-porno-y-el-resto-de-mujeres_185189/#

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La masturbación como forma de conocimiento


por Betty Dodson

Los resultados del EEG* eran fascinantes, pero ¿qué demonios quería decir todo aquello? Raymond me explicó la teoría de que el cerebro manda unas descargas eléctricas de diversa frecuencia que se han clasificado como beta, alfa, zeta y delta. Cuando estamos despiertos, estamos en la frecuencia beta, el dominio de la consciencia y el raciocinio. Es cuando las descargas van más rápido. Estas empiezan a ir cada vez más lento, a medida que el cerebro entra en las frecuencias mencionadas y por ese orden. Alfa es el dominio de la creatividad. Duranteel día, las personas entran a menudo en este estadio sin darse cuenta. Es el ámbito de la intuición, la inspiración, y es cuando se sueña despierto. También existe lo que se llama el sueño alfa, cuando se tienen sueños que luego se recuerdan. Zeta es el sueño profundo, cuando se sueña poco o nada —es un nivel de trance o estado hipnótico. Había oído hablar de maestros de yoga que entran en el estadio zeta conscientemente a través de la meditación. Delta es en nivel más profundo, en el que la actividad muscular voluntaria se suspende y sobreviene el estado de coma.

El experimento de Rutgers estaba en lo cierto, En cuanto enchufé el vibrador, mi cerebro entró en el nivel alfa, y se mantuvo ahí durante toda la masturbación menos el momento antes del orgasmo mediano y antes del del superorgasmo, que se perdieron, Al llegar a ese punto de la masturbación, entraba en el nivel zeta. Estaba usando una dimensión más profunda de mi mente para disfrutar del placer. Mi cerebro tenía un sueño rápido, pero profundo y relajante, mientras mi cuerpo se movía haciendo que la sangre circulara más rápido y que todos los músculos entraran en acción. Todo ello en un estado de consciencia.

Los datos del EEG confirmaban que la masturbación era, efectivamente, una forma deliciosa de meditar. Si se hacia conscientemente, proporcionaba una perfecta armonía entre el cuerpo y la mente, igual que la meditación. La meditación erótica era una cosa práctica, natural, y ahora demostrada científicamente. Era una forma de combatir el estrés y la ansiedad, además de ser una experiencia trascendental en armonía con la naturaleza. Pero lo mejor de todo es que era divertido.



(* EEG: electroencefalograma)




Betty Dodson, en un capítulo de "Sexo para uno solo", en el que habla sobre La masturbación como meditación. Interesante, ¡sin duda!  
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Masturbación, calidad del semen y cintas de vídeo


por Óscar Giménez

Otra de las cuestiones que ha querido dejar clara la ciencia es si la calidad del semen es la misma cuando se obtiene mirando una película pornográfica que cuando uno lo hace a la brava, sin apoyo audiovisual y dejando volar la propia imaginación. Investigaciones de este tipo también tienen su razón de ser, pues a las clínicas de reproducción asistida y a los bancos de semen les interesa disponer del mejor material posible.

En la literatura médica hay estudios de estas características, por ejemplo, el realizado por urólogos japoneses de la Universidad Tottori para evaluar la influencia de la estimulación sexual mediante lo que definen como "imágenes visuales sexualmente estimulantes grabadas en vídeo"(6). Pidieron a 19 voluntarios que procedieran a donar dos muestras de semen cada uno: la primera recogida mientras miraban una película sexualmente estimulante y la segunda, al cabo de cierto tiempo, sin ayuda del vídeo. El experimento lo repitieron con 22 varones que no producían o producían pocos espermatozoides.

La cuestión es que, cuando se estimulaban con la película, la calidad del semen -volumen de plasma seminal, recuento y movilidad de espermatozoides, etc.- era mejor, incluso en lel caso de los hombres con problemas de fertilidad. Por este motivo, es aconsejable que las clínicas de reproducción asistida dispongan de una completa  videoteca erótica, algo que, sin duda, muchas ya tienen en cuenta.

Pero los resultados de los investigadores japoneses ya habían sido apuntados cuatro años antes por andrólogos holandeses del Hospital de Rotterdam (7). En su estudio, investigaron también la calidad del esperma de un grupo de pacientes con problemas de fertilidad y de voluntarios sanos, que proporcionaron cad uno dos muestras obtenidas manualmente -separadas en el tiempo un mes una de la otra- y, com en el estudio anterior, con película y sin ella.

En este caso, además de analizar parámetros biológicos de la calidad del semen, también evaluaron otros aspectos, tales como la sensación de relajación tras la eyaculación, la excitación sexual, la calidad de la erección y la intensidad del orgasmo. Los resultados muestran que, en general, todas estas cuestiones mejoran cuando uno se satisface con apoyo audiovisual.

(6) Andrologia 2000; 32:131-138
(7) Hum Reprod 1996: 11:147-151

Óscar Giménez, en el libro "Si Galileo levantara la cabeza"

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http://books.google.es/books?id=4QQ9Bf8erWoC&pg=PA24&lpg=PA24&dq=Masturbaci%C3%B3n,+calidad+del+semen+y+cintas+de+v%C3%ADdeo&source=bl&ots=InDDP2e3Ei&sig=Wr8uwKKXe8YkPMA5iFm5pikcn3k&hl=es&sa=X&ei=Kk8MVOiYB8nXaNeFgMAP&ved=0CCkQ6AEwAQ#v=onepage&q=Masturbaci%C3%B3n%2C%20calidad%20del%20semen%20y%20cintas%20de%20v%C3%ADdeo&f=false

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El porno mejora la calidad del semen

Semen

  • Según un estudio de la Universidad de Australia Occidental.
  • El ver a hombres y mujeres teniendo sexo aumenta en el espectador la percepción de riesgo de que sea otro macho el que fecunde.
  • A más competencia percibida, mejor calidad en el esperma.
20minutos.es - 29.09.2008

Mirar imágenes pornográficas de hombres y mujeres juntos puede aumentar la calidad del esperma de un hombre. Al menos eso es lo que se deprende de un estudio dirigido por Leigh Simmons, profesor de Biología Evolutiva de la Universidad de Australia Occidental. Según dicho estudio, el efecto no es el mismo si en las imágenes aparecen varias mujeres o si por el contrario sólo se ve a una.

Los hombres eyaculan más esperma y de más calidad cuando tienen competencia.

Esto es porque la mejora del semen se produce cuando el hombre percibe el riesgo de que otro macho fecunde a la mujer. "Los hombres eyaculan más esperma y de más calidad cuando tienen competencia", escribe Simmons en el diario Biology Letters.La investigación demuestra, según el biólogo, que con sólo ver la imagen de otro hombre en acción es suficiente para que se desencadene algo parecido a una "competición de semen", haciendo que el esperma del espectador mejora tanto en cantidad como en calidad.

"Nuestros datos demuestran que en estas situaciones los hombres desarrollan esperamatozoides con mucha más movilidad cuando eyaculan". 


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http://www.20minutos.es/noticia/415829/0/porno/semen/calidad/  

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40 razones por las que las putas son mis heroínas 

por Annie Sprinkle



1. Las putas tienen la habilidad de compartir las partes más privadas y sensibles de su cuerpo con absolutos desconocidos.
2. Las putas son las únicas que tienen acceso a determinados lugares.
3. Las putas desafían las normas sexuales.
4. Las putas son traviesas.
5. Las putas son fuertes.
6. La carrera de las putas se basa en dar placer.
7. Las putas son creativas
8. Las putas son aventureras y se atreven a vivir peligrosamente.
9. Las putas enseñan a la gente cómo ser mejores amantes.
10. Las putas son multiculturales y multisexuales.
11. Las putas dan excelentes consejos y ayudan a la gente con sus problemas personales.
12. Las putas son divertidas.
13. Las putas se visten de forma excitante.
14. Las putas tienen paciencia y tolerancia con personas que otras personas nunca consiguen aguantar.
15. Las putas hacen que los solitarios se sientan menos solos.
16. Las putas son independientes.
17. Las putas enseñan a la gente cómo tener sexo seguro.
18. Las putas son una tradición.
19. Las putas están a la moda
20. Las putas tienen sentido del humor.
21. Las putas alivian el stress y la tensión de millones de personas.
22. Las putas curan.
23. Las putas hacen cara a un fiero estigma.
24. Las putas ganan buenos dineros.
25. Las putas siempre tienen trabajo.
26. Las putas son sexy y eróticas.
27. Las putas tienen talentos especiales que otras personas sencillamente no tienen. No todo el mundo tiene lo que hay que tener para ser puta.
28. Las putas son gente interesante con un montón de excitantes historias de la vida.
29. Las putas follan cantidad.
30. Las putas ayudan a la gente a explorar sus deseos sexuales.
31. Las putas exploran sus propios deseos sexuales.
32. Las putas no tienen miedo al sexo.
33. Las putas hacen la calle.
34. Las putas brillan.
35. Las putas son entretenidas.
36. Las putas tienen tripas para llevar enormes pelucones.
37. Las putas no se avergüenzan de estar desnudas.
38. Las putas ayudan a los incapacitados.
39. Las putas tienen el horario que quieren.
40. Las putas se rebelan contra las leyes absurdas, patriarcales y antisexuales contra su profesión y luchan por el derecho legal a recibir compensación financiera por su valioso trabajo.


Annie Sprinkle
American Perfomance Artist and Sex Guru
http://gos.sbc.edu/s/sprinkle1.html
∞ Copyright 1998 by Annie Sprinkle. All rights reserved. Reprinted from Post-Porn Modernist: My 25 Years as a Multimedia Whore pp 142-143 (Cleis Press, Inc.)
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http://www.colectivohetaira.org/web/en-la-cultura/355-40-razones-por-las-que-las-putas-son-mis-heroinas-de-annie-sprinkle.html
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http://lamielenloslabios.blogspot.com.es/2012/09/el-amor-como-forma-de-conocimiento-en.html
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Y un añadido sobre las motivaciones para convertirse en actriz porno, poderoso caballero es Don Dinero...
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TIENE MÁS PROS QUE CONTRAS 

Las razones que llevan a una mujer a ser actriz porno, en dos gráficas


¿Qué hay de cierto en el estereotipo que afirma que detrás de toda actriz –o actor– pornográfico hay un largo historial de traumas infantiles, vida disoluta y, en algunos casos, abusos sexuales? Linda Lovelace vio cómo su madre le obligaba a dar en adopción a su hijo, al que no volvería a ver jamás, y se dedicó a la prostitución antes de protagonizar Garganta profunda (Deep Throat, Gerard Damiano), una historia que se ha enarbolado para defender que la pornografía es un submundo para inadaptados.
No obstante, cada vez más actrices reivindican su derecho a haber elegido su carrera profesional sin que ello las convierta en unas fáciles o unas perturbadas. Recientemente contábamos la historia de Asa Akira, que se enorgullecía de haberse convertido en una estrella del porno. No es la única, y ahí están otros casos como el de Sasha Grey o Belle Knox para recordarlo.

La sociología se ha preguntado recientemente por las razones que realmente conducen a una mujer a convertirse en actriz porno. Es la respuesta a la que intentó responder un estudio llamado «Why Become a Pornography Actress?» y publicado en el International Journal of Sexual Health. En él, se preguntó a 176 actrices por su motivación para trabajar en la industria, sus preferencias y los puntos más negativos de su trabajo.

Como cabía esperar, el dinero ocupaba la primera posición, y no porque sean unas materialistas, sino porque suele ser la principal razón por la que todos los trabajadores –pornográficos o no– se desplazan a su puesto de trabajo cada mañana. Le seguía el sexo, una actividad percibida como positiva y placentera por dichas intérpretes.  A continuación presentamos la lista entera.



La encuesta no sólo se centraba en las razones para tomar la decisión, sino que también se pedía una valoración de los aspectos positivos y negativos de su trabajo. Entre los primeros se encontraban el dinero, la gente y, una vez más, el sexo. Entre los segundos se hallaban la gente (repitiendo), las enfermedades de transmisión sexual y la explotación.

Otro estudio realizado por el mismo grupo de investigadores, que cuenta con James D. Griffith, Sharon Mitchell, Christian L. Hart, Lea T. Adams y Lucy L. Gu entre sus filas, señaló que la tesis de los “juguetes rotos” (es decir, que estas decisiones personales son el producto de una vida truncada) está muy desencaminada. “Los estereotipos han sido usados para apoyar o condenar la industria y para justificar visiones políticas sobre la pornografía, aunque las cualidades individuales de las actrices son desconocidas porque no hay ningún estudio”, explicaban.




“Algunas descripciones de las actrices pornográficas han incluido atributos como la drogadicción, el desamparo, la pobreza, la desesperación y ser víctimas de los abusos sexuales”. Sin embargo, los resultados mostraron algo muy diferente: las actrices no sólo no encajaban en dicho perfil en la mayor parte de los casos, sino que, por lo general, podían presumir de tener mayores niveles de autoestima, de espiritualidad, de satisfacción sexual, de apoyo social y de positividad que el grupo de mujeres con otras dedicaciones que habían consultado.

No todo eran buenas noticias, claro está. Estas actrices tenían más probabilidades de haber sufrido abusos durante su infancia, así como de haber probado hasta 10 variedades de drogas a lo largo de su vida. El trabajo tiene sus exigencias y sus problemas, por lo que alrededor del 40% de ellas estaba soltera, aunque más de un tercio mantenían una relación estable de pareja.

¿A qué perfil respondían estas actrices? El estudio listaba una serie de características más o menos compartidas: se identifican como bisexuales; tuvieron su primera experiencia sexual a una edad muy temprana; habían tenido un mayor número de parejas sexuales que la media; y manifestaban una mayor preocupación por las enfermedades de transmisión sexual y un mayor disfrute de la experiencia sexual.

Ellos también quieren
¿Qué ocurre con los hombres? Su imagen dentro de la industria es mucho más positiva, y encaja con cierto estereotipo machista que sugiere que una actriz porno es una pobre descarriada y, el hombre, un triunfador. Ello se refleja en algunas de las respuestas que se recogen en otra investigación realizada, cómo no, por el mismo grupo de investigadores y denominada «Pornography Actors: a Qualitative Analysis of Motivations and Dislikes», publicado en el North American Journal of Psychology.

Las respuestas proporcionadas por los hombres no eran tan diferentes de las de las mujeres. En lo alto de la lista de sus motivaciones figuraba, de igual manera, el dinero y el sexo. Como explicaban los autores, “dos categorías lógicas porque la gente trabaja para que les paguen y muchos hombres ven atractiva una profesión que consiste en tener sexo con mujeres”.

Más llamativas eran las razones que les seguían: el networking, es decir, la posibilidad de conocer gente (“cuando los conocí se mostraron tan amistosos que me di cuenta de que me aceptaban como era”); la curiosidad (muchos accedieron a la industria tras recibir una propuesta de un productor); e, incluso, una interesante oportunidad laboral en un panorama de desempleo.

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http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2014-06-04/las-razones-que-llevan-a-una-mujer-a-ser-actriz-porno-en-dos-graficas_140825/#
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CADA VEZ SON MÁS JÓVENES

“Por qué voy de putas”: estas son las motivaciones y los perfiles de los clientes

Miguel Ayuso - 14/11/2014



En público muy pocas personas reconocen ser clientes de la prostitución, pero basta salir de una gran ciudad por cualquier carretera nacional para toparse con un burdel y ver aparcados los coches de toda esa gente que nunca ha ido a putas.

Como bien saben los investigadores, las encuestas sobre este tipo de temas tan delicados no son demasiado fiables (la gente miente mucho), pero aún así las cifran que arrojan son bastante elevadas. En el último estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas sobre Actitudes y prácticas sexuales, de 2008, el 24,6% de los hombres reconocieron haber tenido “alguna vez en su vida” relaciones sexuales con una persona a la que habían pagado por ello (sólo el 1,1% de las mujeres contestaron afirmativamente).

Aunque no es habitual encontrar a consumidores que den la cara para defender la prostitución, cada vez que se reabre el debate sobre la necesidad de abolir o legalizar esta –las dos posturas más extendidas frente al habitual “hago como que no pasa nada” que rige en países como el nuestro–, hay quien clama por su derecho a seguir yendo de putas. Y es lo que ha ocurido en la última región que ha legislado al respecto, Irlanda del Norte, que acaba de aprobar una normativa similar a la sueca para perseguir y multar a los clientes.

Tony Calvin no es norirlandés, sino estadounidense, pero ha decidido dar la cara por los clientes de prostitución que, asegura, sufren una criminalización injusta. Su nombre no es real, sino un pseudónimo que ha utilizado un ingeniero de Silicon Valley para dirigirse a los lectores de la revista Salon, en la que ha compartido su postura sobre la prostitución.

“Soy un hombre que regularmente visita prostitutas”, reconoce Calvin en la primera frase de su carta. “Somos bastantes, al menos uno de cada siete americanos visita a una prostituta en algún momento de su vida. Pero aún así, no es habitual oír hablar de nosotros. Al igual que la sociedad se avergüenza de las trabajadoras sexuales, el estigma hacia el cliente regular también es fuerte. Recientemente, algunos servicios online de fiar fueron cerrados en investigaciones por presunto tráfico de niños, así que decidí que era el momento de hablar y contar mi historia”.

El ingeniero explica que tuvo una novia hace 20 años y falleció. Desde entonces, puso todas sus energías en el trabajo. Fueron los años del bombazo de las punto com y, aunque por aquel entonces la zona estaba repleta de mujeres solteras, Calvin reconoce que en vez de buscar el amor, buscó el éxito. “Intenté ligar a través de varios populares sitios de citas, pero no tuve éxito”, asegura. “Así que para satisfacer mis necesidades físicas, me pase a las prostitutas”.

Calvin no ve la prostitución como una oferta de ocio más, sino como el último recurso para aliviar un vacío en su vida. Cuando encontraba una prostituta que le gustaba, dejaba de visitar al resto.

“Después de conocer a Maven Fae, no quise conocer a ninguna otra durante tres años”, asegura Calvin. “El tiempo que pasaba en su compañía era tan agradable que normalmente me gasta el dinero en estar con ella toda la noche; despertar al lado de esa bella mujer estaba entre las más profundas experiencias que había tenido en las dos últimas décadas”.

El ingeniero reconoce que Fae le ofrecía la experiencia de tener pareja, sentía con ella una intimidad emocional que no suele estar presente en los tratos con prostitutas. Cuando Fae se retiró del negocio, Calvin volvió a probar suerte con los sitios de citas online. Pero no hubo manera. “De las 100 solicitudes que envié recibí sólo siete contestaciones, y todas decían ‘gracias, pero no’”, explica el ingeniero. “Supongo que, en los últimos 20 años, he perdido u olvidado cualquier habilidad para ligar que hubiera podido tener. El principal tema de conversación de las posibles parejas es quejarse sobre sus ex. Y con ninguna ex que siga viva, ciertamente soy diferente. No creo que buscar una pareja normal sea posible para mí”.


Así son los puteros

En opinión de Esteban Cañamares, psicólogo clínico y sexólogo, casos como el de Calvin son muy habituales entre los clientes regulares de prostitución. “En general a los hombres se nos ha enseñado que necesitamos sexo pero no afecto”, explica Cañamares. Y es mentira. A veces esa prostituta habitual le da al cliente unas gotas de placebo afectivo gracias a lo cual se siente a gusto. No por el polvo, sino porque la prostituta sonríe como si fuera su amiga, y eso es profundamente adictivo”.

Según explica Cañamares, es importante entender que hay diversos perfiles del cliente de prostitución, con distintos problemas e inquietudes, que es necesario conocer si se quiere combatir eficazmente una actividad que causa tantos problemas. En su opinión, los puteros se pueden dividir en cuatro grandes clases.

1. El virgen
Aunque parezca una cosa del pasado, en determinados entornos es habitual perder la virginidad con una prostituta (muchas veces pagada por los amigos con motivo de un cumpleaños). “Son chavales que se inician en el mundo de la sexualidad, de una forma a su entender protegida”, explica Cañamares. “No tienen que exponerse a hacer el ridículo, ni vincularse afectivamente. Se inician en el sexo pagando por ello”.

2. El enfermo mental
Según Cañamares muchos de los clientes regulares de prostitución tienen un problema de salud mental: una psicopatología que les impide relacionarse con normalidad con otras mujeres. En opinión del psicólogo en esta categoría suelen encajar los clientes que se enganchan a la misma prostituta, como Calvin: “Esto les da seguridad, pues intentarlo con una persona nueva despierta demasiados miedos. Se sienten menos asustados”.
En opinión del psicólogo, este perfil es el que más ayuda necesita y para el que la prostitución está más justificada. “Los esquizofrénicos, por ejemplo, no son capaces de mantener una relación normal, necesitan la distancia que dan las prostitutas”, asegura Cañamares. “Solo pueden tener relaciones sexuales de forma distante”.

3. El machista
“Un tercer tipo de cliente es el que separa a las mujeres en dos grandes grupos: las santas, puras y vírgenes entre las que están su madre, su hermana y su mujer; y el resto”, explica Cañamares. Muchas de estas personas mantienen sexo con su esposa, pero con baja frecuencia y de forma muy casta (lo que se conoce como “sexo vainilla”). “Para hacer guarrerías tienen a las putas”, explica el psicólogo. “Tienen una doble vida: familia e hijos por la mañana, y por la noche el whisky, la coca y las putas”.

4. El eventual
Habría que distinguir también un cuarto tipo de cliente, que no es habitual, pero acaba contratando los servicios de una prostituta. “Un día por cabreo con la esposa, por soledad, de forma puntual busca un consuelo en la prostitución, que le deja tan insatisfecho y aislado como estaba antes”, explica el psicólogo.


El perfil del cliente de prostitución está cambiando

Los perfiles definidos por Cañamares eran los más habituales en los burdeles hasta hace una década. Clientes como Calvin: hombres de mediana edad que, por la razón que sea –su matrimonio no funciona, son incapaces de ligar, en su pueblo no hay mujeres…–, creían que sólo pagando podían mantener relaciones sexuales.

Pero este perfil está cambiando a marchas forzadas. Según los estudios de la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención de la Mujer Prostituida (APRAMP), el cliente habitual era en 1998 un varón casado y con cargas familiares, mayor de 40 años. En 2005 abundaban los jóvenes de 20 a 40, con una media de edad de 30 años.

Y estos jóvenes no van al burdel a buscar el sexo que no encuentran en otros sitios. Van en busca de una variedad, y una profesionalidad, que no pueden ofrecerles sus ligues y novias. Lo hacen normalmente en grupo, dentro de despedidas de solteros, cumpleaños o, sin excusas, como guinda de una noche de fiesta.

“Ahora los chicos jóvenes igual que un día van al paintball otro día se van de fulanas. Es un juego más. Y eso es nuevo. Tiene que ver con la trivialización que hemos hecho de la sexualidad. Ha pasado de ser un tabú a ser un bien de consumo”, asegura Cañamares.


Mayor facilidad para encontrar pareja no implica menor tasas de prostitución

En teoría, como hoy es mucho más fácil contactar con otras mujeres e ir a la cama con ellas, gracias al mercado infinito que ofrece internet, debería bajar el número de clientes, pero no lo está haciendo. Y esto es así porque, como asegura Cañamares, las necesidades psicológicas de los puteros siguen siendo las mismas: “El enfermo mental busca un sexo absolutamente anodino e impersonal, no pueden tener relaciones normales, necesitan a alguien despreciable en el fondo”.

Quizás es por esto por lo que, aunque está cambiando el perfil de los clientes de prostitución, no ha cambiado su capacidad para obviar el gran drama que rodea a ésta. Por mucho que miremos a otro lado, hay que tener claro que la gran mayoría de las profesionales del sexo no ejercen su oficio de forma voluntaria. Según Pedro Brufao, autor del libro Las miserias del sexo (2011, Editorial Catarata/ Fundación Alternativas) sólo el 5% de las prostitutas de España, las de mayor nivel, ejercen su trabajo porque así lo desean.

“Si le aprietas las tuercas y le haces enfrentarse a la realidad son conscientes de que hay un gran porcentaje de mujeres que están explotadas”, explica Cañamares. “Pero no lo piensan para no entrar en dilemas morales. Procuran no mirarlo para no verlo”.

http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2014-11-14/por-que-voy-de-putas-estas-son-las-motivaciones-y-los-perfiles-de-los-clientes_402364/

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Las ilusorias promesas de la liberación sexual





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Cuando leo o escucho a hombres mayores clamar con vehemencia contra la Iglesia, el catolicismo y la represión sexual que trajeron consigo, a menudo asiento interiormente a lo que dicen e intento imaginarme cómo debió de ser aquella época que tanto les traumatizó. Debió de ser terrible, sin duda, pero en tales ocasiones no puedo evitar pensar también en cómo creen ellos que habría sido su vida sexual en otro contexto. Viendo la virulencia que en ocasiones ha alcanzado el anticlericalismo en España, más de uno pensaría que la Iglesia era el único obstáculo entre él y una orgía perpetua. Quizá a pesar de todo no dejaron de creer en el paraíso y solo le dieron otra forma…



Sea como fuere, su discurso, el discurso de la liberación sexual, ha cuajado con intensidad en nuestro país y en todo Occidente durante las últimas décadas. Ya conocen la historia: la religión judeocristiana reprimió nuestros impulsos sexuales, amenazando en sus sermones con la condenación eterna a quien se masturbaba, era promiscuo o en general utilizaba el sexo para algo que no fuera la reproducción. Pero ese oscurantismo debe quedar atrás, nos decimos convencidos unos a otros, y desde hace años contamos además con todo un ejército de sexólogos que nos han animado desde los medios de comunicación a sacudirnos por completo cualquier temor y a disfrutar sin más límites que nuestras fuerzas y el código penal.



Si en otros países la reivindicación del sexo y el hedonismo vino de la mano del movimiento hippie, aquí debido a las circunstancias políticas tardo algo más, pero también por ello con más brío de la mano del «Destape», de «La Movida» y del afán de europeizarse especialmente durante la década de los 80. Muchos lectores recordarán a la pionera en estos lares, la doctora Elena Ochoa, rodeada de ese público de la época que lo mismo aplaudía a rabiar un apartamiento en la Manga del Mar Menor que ponía cara de pensar mientras oía hablar de penes y vaginas, porque es lo que tocaba. Había que subirse al carro de la modernidad. La educación sexual además también debía entrar en los colegios e institutos, así que por ahí pasaban educadores a hablarnos de métodos anticonceptivos. Uno parecía despertar al sexo de forma simultánea a todo un despertar nacional y occidental. Ahí estaban Porky’s o aquel programa de TVE que, en el colmo de la provocación y el escándalo, concluía cada semana con un strep-tease. Sonaba todo tan prometedor que recuerdo a un compañero de 2º de BUP viniéndose arriba y pedir a los profesores una máquina de condones. En un instituto bilbaíno. Porque la teoría ya nos la sabíamos todos de sobra y la práctica estaba a punto de llegar, creíamos.



Pero lo que no ha dejado de llegar en cantidades gigantescas desde entonces, año tras año, es la teoría. Nada es más aborrecido en el discurso de los intelectuales, periodistas y líderes de opinión, en la opinión pública —en el discurso dominante en el que todos estamos inmersos, en definitiva— que todo aquello que pretenda poner cortapisas al pleno disfrute sexual, convertido en un sano ejercicio gimnástico. Podría decirse que el terreno para su llegada ha sido completamente alisado… Y por lo tanto quizá al discurso de la liberación ya no le quedan más cadenas que romper, más muros por derribar ni más enemigos por batir. Parece que ya hemos llegado al final y esto que tenemos ahora es el paisaje que ha quedado después de la batalla. Sin que queden ya en el año 2013 muchas promesas de mejora.



Veamos por ejemplo el caso de algunos  foros con más de medio millón de personas inscritas y, a menudo, templos de sabiduría a este respecto. Pues bien, la gran mayoría son muy jóvenes y no falta un día sin que alguien abra un hilo titulado «tengo 25 años y soy virgen», «tengo 26 años y nunca he besado a una chica»… etc. Hilos que se llenan de cientos de testimonios similares y en ocasiones realmente dramáticos. Otro ejemplo podría ser este texto y sus no menos interesantes comentarios, también en ocasiones realmente dramáticos. Se trata de uno de los artículos más leídos de Jot Down, ha tenido un espectacular número de visitas y ha sido enlazado, compartido y googleado desde el día de su publicación tal número de veces que por lo tanto cabe deducir que ha sabido tocar alguna fibra y debe de estar describiendo algo reconocible por muchos. Por otra parte, según algunas noticias, los más jóvenes recurren a las prostitutas incluso con más frecuencia que los adultos. Y por último en este panorama no faltan ni las waifus, almohadas con el dibujo de algún personaje femenino del manga japonés que se han puesto de moda, cuyos propietarios tratan como a una novia de carne y hueso.



¿Qué es lo que ocurre entonces? ¿No estábamos ya ante una juventud educada sexualmente, liberada de prejuicios y tradiciones reaccionarias? Han crecido con un acceso ilimitado al porno en internet, seguramente nunca hayan visto un cura de cerca y no han oído desde la adolescencia otra cosa que el sexo es algo fantástico y que uno ha de follar todo lo que pueda ¿Por qué entonces sus vidas no son un constante trasegar de fluidos genitales de Dios sabe cuántas personas distintas? Se me ocurren dos motivos: los llamaremos el imperativo biológico y el capitalismo sexual.



El imperativo biológico

Como dijo Yoko Ono: «la revolución sexual, de la que tanto se habla, fue principalmente para los tíos. Ellos hicieron “Yupi”… Para las chicas, creo que nuestra experiencia fue muy distinta. Si no éramos complacientes, decían que no estábamos en la onda o cosas así». Tal como viene señalando la psicología evolucionista, el comportamiento sexual de hombres y mujeres no es idéntico y no tiene visos de que llegue a serlo nunca. A esa conclusión ha llegado el psicólogo David M. Buss en La evolución del deseo, tras entrevistar a 10.000 personas de entre 14 y 70 años de los cinco continentes y de toda clase de culturas, creencias, razas y estatus económico. Una promiscuidad muy elevada puede traer a los hombres una cantidad de descendencia prácticamente ilimitada, así que la evolución habría premiado esa predisposición. Los datos del estudio entre otras muchas cosas mostraban una brecha similar en todas partes en torno a esa preferencia entre hombres y mujeres.



Lo más curioso es que no importa mucho lo moderno y rico que sea el país en cuestión. Harald Eia es un cómico y presentador que hizo un programa para la televisión noruega llamado Hjernevask, con reportajes sobre el debate entre la influencia de la naturaleza y la cultura en torno a temas como el interés por el sexo en hombres y mujeres, la homosexualidad, la educación, la violencia y el racismo. Tiene un estilo desenfadado similar al de Jordi Evolé que los hace muy amenos e interesantes, además de contar con entrevistas a investigadores de primer nivel. Aquí podrán verlos con subtítulos en inglés, se los recomiendo. Pues bien, el reportaje dedicado al sexo permite atisbar en algunos momentos exactamente esta misma situación en un país considerado a la vanguardia del mundo en tantos aspectos. Resulta curioso cómo una de las entrevistadas (a partir del minuto nueve) se autodefine como feminista y no duda en considerar la visión masculina del sexo como la correcta, la que las mujeres deben imitar. Pero no parece que muchas estén dispuestas a hacerle caso. Aquí vemos un curioso experimento en el que un joven de buen aspecto y en forma, en el año 2013 se acerca a 100 mujeres ofreciéndoles sexo. Este es el resultado:


Cero respuestas positivas, pobre hombre. Parece razonable concluir que si un joven en una región tan adaptada a los valores modernos y la revolución sexual como California, en el año 2013, tiene tan discreto éxito entonces el cambio no ha sido tan grande como algunos soñaban. Veamos qué ocurre en el caso inverso:


De 14 hombres a los que se ha acercado nada menos que la mitad han aceptado su ofrecimiento. Y algunos de los que son abordados con la novia al lado parecen estar pensándoselo antes de dar su negativa.



El capitalismo sexual

Prácticamente todas las sociedades humanas han institucionalizado la monogamia. Incluso aquellas que permiten la poligamia la reservan solo para sus élites. La celebración con grandes dispendios del matrimonio, la persecución del adulterio y la desaprobación generalizada de la promiscuidad son las bases sobre las que se sustenta un sistema que pretende así evitar que unos pocos poderosos acaparen muchos, y que todos tengan acceso igualitario al sexo y a la posibilidad de reproducirse. De esa manera disminuye la competencia y se incrementa la cooperación dentro del grupo. Un sistema, por decirlo así, de «marxismo sexual».




Abolido el igualitarismo y la garantía de la sociedad a cada miembro de que le tocará una pareja entonces su búsqueda pasa a convertirse un mercado libre donde uno es simultáneamente consumidor y objeto consumido. A veces de forma literal, como en la web de citas Adopta un tío, donde los usuarios son productos etiquetados que se echan a una cesta de la compra. Pero en un supermercado no todos los productos se venden por igual, unos pueden ser muy demandados y otros quedarse en la estantería cogiendo polvo. Houellebecq pudo verlo con gran agudeza en Ampliación del campo de batalla:



Definitivamente, me decía, no hay duda de que en nuestra sociedad el sexo representa un segundo sistema de diferenciación, con completa independencia del dinero, y se comporta como un sistema de diferenciación tan implacable, al menos, como este. Por otra parte, los efectos de ambos sistemas son estrictamente equivalentes. Igual que el liberalismo económico desenfrenado, y por motivos análogos, el liberalismo sexual produce fenómenos de empobrecimiento absoluto. Algunos hacen el amor todos los días, otros cinco o seis veces en su vida, o nunca. Algunos hacen el amor con docenas de mujeres, otros con ninguna. Es lo que se llama la «ley del mercado». En un sistema económico que prohíbe el despido libre, cada cual consigue, más o menos, encontrar su hueco. En un sistema sexual que prohíbe el adulterio, cada cual se las arregla, más o menos, para encontrar su compañero de cama. En un sistema económico perfectamente liberal, algunos acumulan considerables fortunas, otros se hunden en el paro y la miseria. En un sistema sexual perfectamente liberal, algunos tienen una vida erótica variada y excitante, otros se ven reducidos a la masturbación y a la soledad.



Siguiendo este símil, la liberación sexual prometió a todo el mundo que se haría rico. Pero para que unos ganen otros deben perder. El fin de la monogamia no viene seguido de un paraíso hippie donde todos follan constantemente con todos, puesto que el atractivo de cada uno difiere. Una vez abolida la monogamia lo que viene a ocupar ese hueco es la poliginia. En la naturaleza lo vemos constantemente. Entre los elefantes marinos, por ejemplo, un escaso 4% de los machos engendra el 85% de las crías nacidas. Y el resto a contemplar el horizonte y divagar poéticamente sobre las olas, cabe suponer. La gran mayoría de las personas tenemos distorsionada nuestra autopercepción por un sesgo favorable que nos hace estar más a gusto con nosotros mismos, aun a costa de engañarnos sistemáticamente sobre nuestras posibilidades reales (la culpa siempre pasa a ser de los demás). Por ello la mayoría aceptará ese nuevo reparto porque cree que formará parte de la minoría privilegiada. Y si no, lo fingirá. De la misma manera que todos evitan parecer pobres, nada más ridículo y denigrante que ser considerado «nuncafollista». Hay que hacer ostentación de cada logro en ese terreno si no quiere uno perder la consideración de los demás.



Pero la realidad —tal como decían en el citado reportaje— es que uno de cada cuatro hombres noruegos de 40 años está soltero y sin hijos, cuando la proporción hace unas décadas era de un 10%. En España, un 27% de los hogares están ya habitados por una sola persona. En conclusión, la tarta ha aumentado su tamaño —menos de lo prometido, debido al «imperativo biológico»— pero está peor repartida, debido al «capitalismo sexual». Dice el profesor de psicología de Harvard Dan Gilbert que los hombres casados viven más años, tiene mejor salud, se suicidan menos, ganan más dinero, practican sexo con más frecuencia y cometen menos crímenes que los solteros. De ser cierto en tal caso no parece que estemos yendo en la dirección correcta. Pero dar marcha atrás al cambio social no parece ni deseable ni posible. ¿Cuál es entonces la respuesta? Pues no lo sé. Puede que sea un problema sin solución y que las personas simplemente no tengamos arreglo.


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EL SEXO SE HA CONVERTIDO EN UNA COMPETICIÓN  

Las siete lecciones sobre el amor de la sexóloga más veterana del mundo

Miguel Ayuso – 23/08/2014


La doctora Shirley Zussman recibió hace poco a una nueva paciente de 25 años en su consulta del Upper East Side. “Había acudido a otros terapeutas en Nueva York, pero sentía que sabía más de lo que ellos sabían”, ha explicado a New York Post. “Así que estaba contenta de ver a alguien con más experiencia”. Porque, desde luego, si de algo anda sobrada Zussman es de experiencia. Ha cumplido 100 años, pero sigue recibiendo doce visitas semanales en su clínica. Es la sexóloga en activo más veterana del mundo.
Durante los 50 años que ha ejercido como terapeuta, Zussman ha sido testigo de la legalización de la píldora anticonceptiva (justo cuando empezó a trabajar, en los años 60), la epidemia de sida que asoló Nueva York en los 80 y el auge, en los últimos años, del porno en internet y los sitios de citas.
La doctora fue discípula en los 60 del matrimonio Masters y Johnson –los pioneros del estudio de la sexología humana–y su marido, Leon, fue uno de los primeros ginecólogos que práctico abortos legales en la ciudad de los rascacielos. Durante sus 100 años de vida ha visto de todo. Quizás por eso, no se escandaliza demasiado por la aparente frivolidad de las relaciones sexuales de hoy en día –“no creo que del sexo casual de hoy en día sea más frenético que en los 60”, ha explicado en Time–. Pero sí anda más preocupada por el impacto que las nuevas tecnologías pueden tener en las relaciones de pareja.
Después de de pasar toda una (larga) vida, atendiendo a personas con problemas sexuales, y aprendido de los más grandes terapeutas de nuestro tiempo, estas son las principales lecciones que Zussman ha aprendido sobre el sexo, las relaciones de pareja y el amor.

1. El sexo no es sólo el coito
“Las parejas de hoy en día suelen tener el mismo problema”, asegura Zussman en NYP. “Existe una necesidad de éxito en las relaciones sexuales, de la forma en que se entiende el éxito en el trabajo o los estudios. El sexo se ha convertido en una competición. Tienes que ser bueno en la cama. Esta necesidad provoca tensión y ansiedad, y no nos deja sentir. La gente ve el sexo como un coito no como una amplia gama de experiencias. La gente orienta el sexo a la consecución de un objetivo”.

2. Para ser un buen amante hay que ser buen compañero
En opinión de Zussman, la mayor aportación de sus maestros Masters y Johnson al mundo de las relaciones humanas fue la idea de que lo más importante para que funcione el sexo en una pareja es la complicidad y el cariño entre la misma. “Ellos comprendieron que el sexo no es todo placer y glamour. Lo más importante es aprender a ser un buen compañero. La importancia de la comunicación fue una de sus mayores contribuciones, pero no sólo se referían a la charla, también a las caricias, los mimos, los besos…”

3. El trabajo está dañando nuestra vida sexual
La doctora cree que uno de los principales cambios que ha experimentado nuestra sociedad es el relativo al uso del tiempo. “La gente está ocupada todo el tiempo”, asegura en Time. “Esto no era así cuando yo crecí”. En opinión de la doctora, la actual organización del trabajo daña irremediablemente nuestra vida sexual. “Existe un límite en la cantidad de energía, deseo y tiempo que puedes darle a una persona cuando estás presionado para ganar más dinero, convertirte en CEO y comprar una casa de verano. La gente quiere más y más, pero el deseo requiere energía”.
“El problema más común que veo en la consulta es la falta de deseo, de interés”, asegura Zussman. “Tuve un paciente que me dijo, “quiero a mi marido y me encanta hacer el amor con él, pero cuando llego a casa de trabajar y he estado rodeada de gente todo el día, lo único que quiero es dormir”.

4. La trivialización del cuerpo de la mujer es cada vez mayor
“Siempre he creído que el sexo está fuertemente influenciado por la cultura”, asegura Zussman en la entrevista que concedió al NYP. La directora de su tesis en la Universidad de Columbia no fue otra que la antropóloga Margaret Mead, autora del seminal libro Adolescencia, sexo y cultura en Samoa, y de ella aprendió como las constricciones sociales son las que determinan, en última instancia, las prácticas sexuales. “Hoy en día siento que la mujer está siendo convertida en un objeto sexual. Hablamos de la libertad sexual, pero nuestros cuerpos están siendo usados para todo tipo de propósitos comerciales”, asegura la doctora.

5. El porno no tiene nada de malo, si no nos excedemos
“No hay nada nuevo en la pornografía”, asegura Zussman en Time. “Ha estado aquí desde la prehistoria. Creo que es saludable que la gente tenga la habilidad y la libertad de fantasear”. Dicho esto, la doctora cree que la omnipresencia de la pornografía online está causando muchos problemas entre los hombres. “Tengo bastantes pacientes que se sientan en el ordenador a ver pornografía y han perdido el interés por buscar pareja. Veo a muchísimos solteros que no hacen el esfuerzo de conocer a gente para no enfrentarse al posible rechazo y prefieren satisfacer sus necesidades sexuales masturbandose frente al ordenador”.

6. Las nuevas tecnologías han dañado las relaciones humanas
Aunque Zussman es una mujer muy avanzada para su edad, cree, como la mayoría de sus contemporáneos, que las nuevas tecnologías han dañado las relaciones interpersonales: “Estoy anonadada al ver la falta de conexión entre personas por culpa de los iPhone. Hay mucho menos contacto físico. Hay menos tocamientos, menos conversaciones, menos abrazos, menos miradas… La gente siente placer mirando a otras personas, sonriéndolas, tocándolas… Necesitamos tocar para sentirnos queridos. Este es el principal problema de la generación actual. No entiendo por qué la gente no echa eso en falta”.

7. El sexo no lo es todo
Como sexóloga, Zussman está convencida de la importancia del sexo en nuestra relaciones, pero cree que si algo nos ha enseñado la revolución sexual que ha vivido la sociedad desde los 60 hasta nuestro días es que, sin amor e intimidad, el sexo pierde su gracia: “A la larga, el placer sexual es sólo una parte de lo que hombres y mujeres buscan entre ellos. Quieren intimidad, cercanía, entendimiento, diversión, y alguien que realmente se preocupe por ellos, no sólo en la cama”.
 
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http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2014-08-23/las-siete-lecciones-sobre-el-amor-de-la-sexologa-mas-veterana-del-mundo_179164/


http://time.com/3144566/heres-what-a-100-year-old-sex-therapist-thinks-is-wrong-with-sex-today/

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extractos del apartado  
"La masturbación no es un acto solitario" 
del libro de antropología
"Las reglas del juego: los sexos", por J.A. Jáuregui (Planeta, 1982)

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-La masturbación no es un acto solitario, sino una búsqueda heterosexual en la línea más normal, "dentro de lo que cabe".

(*)

-Calificar la masturbación de acción solitaria e individual a secas es errar el tiro. Se trata de un acto social en el que actúan siempre un varón y una hembra (en parte de carne y hueso, en parte de imaginación, en parte de artificio, con las variaciones expuestas) desempeñando cada uno su papel con todo rigor y meticulosidad.

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Y abundado un poco en el asunto, unas palabras, quizá no tan satánicas, de Anton La Vey:

"...es preferible entregarse a perfectas fantasías masturbatorias que participar con otra persona en una experiencia vacía"



Quizá más bien es insistir en la misma concepción sagrada y trascendente del sexo, como Marco Vassi en "El manifiesto metasexual" quien afirma que sexo es cuando está en juego tener descendencia, y los demás juegos sexuales son otra cosa, él lo engloba todo como Eroticum, y luego distingue claramente entre Sexo (sólo con intención y posibilidad procreadora) y Metasexo (todas las demás posibilidades).

Su análisis del fenómeno de los celos me parece soberbio:
 

Entre hombres y mujeres que tienen relaciones sexuales, esto es, que procuran tener un hijo, los celos son un sentimiento natural, inherente a nuestra naturaleza animal. Pero entre quienes tienen relaciones metasexuales, los celos son síntoma de inmadurez. 
_Marco Vassi 
 
Y su manera de ver el sexo toda una iluminación:


Desde el punto de vista sexual, la única perversión consiste en follar sin reverencia y responsabilidad; desde el punto de vista metasexual, la única perversión es follar sin compasión. 

 _Marco Vassi

Quizá yo sólo discrepo un poco en la terminología, creo que más que metasexo se trata de parasexo, algo cercano al sexo en vez de tendente al sexo, pero es un matiz.
 





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(Y SOBRE FIDELIDAD, MONOGAMIA, Y PROMISCUIDAD)

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otra explicación evolucionista

El factor definitivo que nos hace ser fieles o no (y no es el deseo sexual)


Michael E. Price, profesor de psicología de la Brunel University de Londres, cree que la promiscuidad ha sido mal vista a lo largo de la historia por razones distintas a las que pensamos



 
Todos en algún momento hemos mantenido la típica discusión en un grupo de amigos en el que se termina debatiendo sobre la visión que cada uno tiene sobre las relaciones amorosas. Pese a que existan muchos matices, las principales opiniones pueden dividirse, a grandes rasgos, entre los tachados como moralistas y los señalados como promiscuos.
A los primeros se les podrá escuchar argumentos como: “las relaciones son para toda la vida, no deben romperse bajo ningún concepto y lo peor que se puede hacer es cometer el adulterio”. Los promiscuos, en cambio, vaticinan el fin de la monogamia, consideran que el ser humano no está hecho para una única relación y no ven el poliamor o el adulterio como algo negativo. Sea como sea, al final la opinión que cada uno tiene sobre la moral del amor o de las relaciones se fundamenta en la propia experiencia y no en estudios ni fundamentos científicos.
Es tremendamente común el desarrollo de la idea de que nuestra moral amorosa procede de la tradicional mentalidad cristiana que ha acompañado el desarrollo de Occidente durante siglos y siglos. También es muy habitual escuchar otras teorías en las que se compara al ser humano con otros seres vivos y de ahí se extrapola el comportamiento monógamo o polígamo de nuestra especie.
 
Un factor poco estudiado
Aunque muchos de estos argumentos están bien trabajados y pueden tener cierta consistencia, no dejan de ser unos planteamientos simplistas. O esta es la opinión que defiende Michael E. Price, profesor de psicología de la Brunel University de Londres. Price afirma en Psychology Today que es cierto que la promiscuidad ha sido mal vista a lo largo de la Historia, pero cree que los planteamientos que se han utilizado para explicarlo posiblemente sean erróneos y planos.
En caso de mayor dependencia económica, la familia tendrá más interés en permanecer unida
Por estos motivos se lanzó a investigar nuevas explicaciones y para llevar dicha tarea a cabo se juntó con otros dos psicólogos: Nicholas Pound e Isabel Scott. La principal hipótesis de la que partieron se apoya en el concepto de paternidad y familia, así como en las necesidades generadas en aquellos entornos sociales en los que la mujer es más dependiente económicamente de la figura masculina. Los tres investigadores plantearon la posibilidad de que en estas situaciones estaría peor vista la promiscuidad. Las razones defendidas por los autores son bastante evidentes: en caso de mayor dependencia económica, la familia tendrá más interés en permanecer unida, pues de esta forma será mucho más sencillo poder satisfacer las necesidades económicas de la familia o hijos.
En el trabajo de campo de la investigación utilizaron como muestra a 5.000 estadounidenses y una de las conclusiones más evidentes fue que en aquellos Estados en los que las mujeres ganaban más dinero y eran más independientes del sueldo del marido, la actitud hacia la promiscuidad de alguno de los miembros de la pareja, o de los dos, era mucho más relajada. En cambio, en aquellos casos en los que existía una mayor dependencia, había un rechazo mucho más elevado.
 
También en ambientes muy religiosos y conservadores
Pero esta conclusión no es la más llamativa de todas, porque también encontraron que esta conexión también prevalecía incluso en aquellos sectores más religiosos o con una idelogía más conservadores. Eso sí, Price hace especial hincapié en que esta variable está relacionada con el nivel de independencia económica de la mujer, no con los ingresos que pueda tener el varón.
Estos resultados son cuanto menos sorprendentes, porque muestran una posibilidad apenas estudiada y un nuevo campo de investigación, pero los autores quieren dejar claro que aunque las conclusiones parezcan tan claras, este factor no son ni mucho menos el único que puede explicar rechazo o aprecio hacia una mayor o menor promiscuidad, pues cada vida es diferente y muchos pueden ser los condicionantes que influyen en que una persona tenga una visión más abierta o cerrada.
De lo que no cabe duda es que tras este estudio se rompen muchos tópicos sobre la promiscuidad y se echan por tierra algunas de esas grandes teorías que tratan de explicar la procedencia de nuestra moral amorosa.

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(unos apuntes)


El mito de la monogamia
David P. Barash y Judith Eve Lipton
(2003)
La monogamia es la más dura de todas las disposiciones maritales.
La moralidad consiste en sospechar de otros que no están legalmente casados.
Los niños tienen su niñez. ¿Y los adultos? El adulterio
El apareamiento múltiple es común en la naturaleza
La competición entre espermatozoides
Monogamia social y monogamia sexual
CFP  copulación fuera de la pareja  /  CDP copulación dentro de la pareja
hay mucha más promiscuidad de la que creíamos
en los mamíferos la monogamia es una rareza
es sorprendente la escasez de pruebas de paternidad en humanos, puede que la renuencia del homo sapiens en verdad sea sapiens
las hembras tienen sus propias estrategias: copular con más de un macho, obtener beneficios personales, genéticos
_Los machos
¡una mujer para el obispo!, ¡¡¡dos mujeres para el obispo!!!
al macho le interesa cantidad y variedad sexual (aunque el ser humano puede optar por el celibato y lo que es aún más notable hay quien puede llegar a respetarlo)
bajo umbral de excitación del macho, la monogamia resulta ardua para el macho lleno de espermatozoides, si consigue fecundar a varias hembras, ¡mejor!
la selección premia a los publicistas sexuales agresivos
la inversión parental masculina es un recurso menos valorado que el óvulo femenino, escaso
la selección favorece a los machos grandes y agresivos, propensos a la fanfarronería, la chulería, y la violencia y tienden al aventurismo sexual
estrategia reproductiva mixta del macho: aparearse con una hembra escogida y ayudar en la crianza y al mismo tiempo promiscuidad fuera de la pareja con hembras a las que fecundar pero a las que no ayudaría en la crianza
hasta las hembras de baja calidad suelen ser inseminadas
los machos tienen un gran éxito reproductivo en potencia
un macho rígidamente monógamo tiene menos oportunidades de éxito reproductivo
el beneficio reproductivo potencial de tener más parejas sexuales es elevada
el efecto Coolidge es lógico (la búsqueda de variedad sexual)
“La señora Coolidge quería que le indicara que este gallo tiene que copular muchas veces al día”. Coolidge preguntó “¿Siempre con la misma gallina?”. El granjero le contestó “No, señor”. El presidente le respondió “Recálquele eso a la señora Coolidge”.
es gratificante si sirve a los intereses de la especie, por eso la variedad sexual es gratificante, es la posibilidad de dejar más descendencia
la poliginia es consistente con el efecto Coolidge, y también la monogamia social con CFP, la biología de los machos no augura nada bueno a la monogamia
en el mundo de la reproducción los que ya son ricos se enriquecen aún más, con más CFP
bastantes paternidades son obra y gracia (no del espíritu santo) de CFP
para el cornudo en potencia una opción importante es proteger-vigilar
la vigilancia de la pareja, cuanto menos tiempo pasa una mujer con su pareja más probable es que haya copulado con otro
si las CFP fueran infrecuentes los machos no dedicarían tanto tiempo a defenderse de una amenaza inexistente
la vigilancia es más intensa cuanto más riesgo haya de que la hembra fértil CFP
¡ironía de que la vigilancia del macho a la hembra se debe también a que el macho flirtea con otras hembras!
mientras vigila a su hembra el macho no busca sus propias CFP por ahí
cuando los machos están vigilando a su propia pareja, rara vez se van de picos pardos (y la hembra tiene mucho que decir sobre si habrá o no CFP)
los machos poco atractivos vigilan más de cerca a sus hembras
una respuesta masculina contra las CFP es copular mucho, abrumar a la oposición
la probabilidad de que una pareja establecida copule es más elevada tras la incursión de un extraño en el territorio
el atractivo del porno duro y el voyeurismo además de deberse al bajo umbral de estimulación masculino podría estar también en un sentido adaptativo de la competición entre espermatozoides, ya que sentirse excitados por la perspectiva de mantener relaciones sexuales tendría valor adaptativo la competición de espermatozoides haría que los machos mereciera la pena estar dispuestos a sumarse a la fiesta y hacerlo cuanto antes. Esta competición también explica la fantasía masculina de la pareja acostándose con otro macho
copular cuanto antes con la hembra que ha tenido CFP incrementa las posibilidades de fertilizar él los óvulos, en vez del intruso
las especies que no tienen que competir con otros machos tienen los testículos pequeños, el ser humano los tiene medianos
el pene introduce productos reproductivos y en lo posible elimina los de la competencia
en caso de ser engañado
1 agresión a la pareja o al macho intruso
2 imponer una cópula inmediata en interés de la competencia de espermatozoides
3 proporcionar menos atención paterna, abandonando o maltratando
4 abandonar a la pareja, si hay pareja disponible, alternativa
encontramos relativamente amantísimos padres entre zorros, coyotes...
el comportamiento paternal tenderá a brillar por su ausencia en la medida que la paternidad esté en duda
equilibrio entre dos luchas
1 esfuerzo de apareamiento CFP
2 esfuerzo parental –potenciar el éxito de las propias cópulas
los machos atractivos suelen ser peores padres
los violadores serían rechazados por inferiores, perdedores probables
comportamiento masculino
-inclinación por las CFP
-copulación frecuente
-merma de atención si hay dudas sobre la paternidad
-respuesta con abandono, violencia, al adulterio, una de las grandes causas de violencia doméstica o de divorcio
para que un macho casado se involucre en una CFP
1 seducido
2 coaccionado
3 participante dispuesto
4 iniciador activo
_Las hembras
las hembras practican una fidelidad sexual que dista de ser perfecta
las CFP contribuyen al éxito reproductivo de las hembras que las practican con beneficios genéticos (descendientes superiores, con mejores genes) o beneficios materiales (para ella o para sus descendientes)
las hembras más CFP cuando su éxito reproductivo es bajo
CFP ofrecen opciones adicionales de elegir una pareja genética independientemente de la pareja social
preferencia por el macho forastero deriva de la tendencia a evitar la endogamia
si las hembras copulan con muchos machos pueden escoger entre los espermatozoides de todos ellos
las hembras rara vez tienen aventuras con solteros
la hembra que tuvo que conformarse con alguien viable pero poco más con tal de formar un nido, buscará genes mejores en una CFP
estrategia de conservar el pastel y comérselo
no es tanto una preferencia por la diversidad como una predilección por la calidad
toda hembra que busca CFP la consigue, no así los machos, y la busca en alguien mejor dotado genéticamente o que ofrece recursos... además está la erótica del poder, los machos dominantes triunfan y muchas mujeres compensan con ellos déficits
la simetría lleva al éxito para aparearse, también CFP
los hombres generalmente están dispuestos y las mujeres dispuestas con los simétricos
las hembras pueden escoger a los escogidos por otras hembras, es la hipótesis del hijo sexy
la hipótesis del espermatozoide sexy, aparearse con varios machos y que gane el mejor, en un entorno genital desafiante y difícil, es la elección críptica de la hembra
competición entre espermatozoides
estilos femeninos de vinculación
1 vinculación elusiva –me pongo nerviosa si alguien se me acerca mucho
2 vinculación anhelante –a menudo me preocupa que mi pareja no me ame (más probabilidad de CFP)
un exceso de CDP puede camuflar CFP de la hembra o indicar que tiene inclinación al sexo y debe ser protegida-vigilada de CFP
las hembras intercambian sexo por recursos como los amantes de te pongo un piso
los hijos de mis hijas mis nietos son, los de mis hijos lo serán o no
_¿Por qué existe la monogamia?
apareamiento asociativo, los miembros son parecidos
si una pareja encaja de verdad la monogamia puede durar
la estabilidad máxima estaría en una pareja en la que ambos se sienten un poco menos deseables que la pareja
hay una fidelidad que no es virtuosa sino necesaria, ¡no hay nada mejor a la vista!
nada aumenta tanto las posibilidades de que una hembra se muestre cariñosa y excitada como la perspectiva de que su macho demuestre interés por otra
¿cuántos matrimonios se mantienen unidos por el miedo? ¿y por el bien de los hijos?
_¿Qué son por naturaleza los seres humanos?
¿eres tú mi otro yo ausente? ¿y tú?
el galanteo del macho jamás se habría convertido en parte de nuestra herencia biológica si algunas mujeres no permitieran CFP
por grande que sea la tendencia humana a los celos, el deseo de pensar bien de la persona amada suele ser aún más poderoso
detrás de los celos y la preocupación por el adulterio está la paternidad
los hombres serían mejores padres si las mujeres fueran más monógamas, pero los hombres tampoco son más monógamos
en las tasas de infidelidad hembras y machos son muy similares
las mujeres son propensas a CFP cuando son fecundas
el semen vive unos 5 o 6 días de media, si se tienen relaciones con varios machos en ese tiempo, ¡bienvenida la competición de espermatozoides!
parte del atractivo de la pornografía podría ser que transmite el mensaje de que hay actividad sexual cerca, lo que fomenta la excitación sexual competitiva
la especie humana es preferente y biológicamente poligínica pero también mayoritariamente monógama y –cuando las circunstancias lo permiten- ávidamente adúltera... y todo ello a la vez
hacen falta dos para bailar el tango de las CFP. Y a los seres humanos les encanta bailar.
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(varios)
puede ser que la monogamia sea natural pero sólo con la pareja correcta
Los celos sexuales son reveladores. Su existencia generalizada sugiere poderosamente que las CFP son parte del pasado evolutivo humano. Una tendencia tan arraigada no existiría si no estuviera, en alguna medida, justificada por los acontecimientos.
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Apéndice

entrevista a Christopher Ryan

una vista previa del libro
En el principio era el sexo

(english)
sex-at-dawn-the-prehistoric-origins-of-modern-sexuality.pdf


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http://lamielenloslabios.blogspot.com.es/2012/08/monogamia-social-monogamia-sexual.html

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